Para comprender el presente, hay que conocer y aceptar el pasado. Quien no mira atrás difícilmente entenderá el presente. Y no podrá construir su futuro.
La tarde del 16 de enero de 1902 hubo un terremoto en el estado de Guerrero, que alcanzó a hacer vibrar los edificios del éste y otros estados alrededor del epicentro.
Las primeras noticias difundidas por la prensa según El Mundo Ilustrado fueron “con la velocidad de un rayo” y ratificadas posteriormente por telegramas, en especial por el IMPARCIAL, donde se referían a la profunda sensación y preocupación del señor Presidente General Porfirio Díaz y la sociedad.
El observatorio Meteorológico se vio invadido por una multitud ansiosa de noticias y no fue sino después de algunos días cuando se logró obtener mayor información. Se leía entonces: Hoy 26 de enero de 1902 con más fidelidad podemos comunicar con más exactitud en el Mundo Ilustrado lo siguiente:
El centro del terrible fenómeno, sin precedente fue en Chilpancingo fue según datos de la oficina Meteorológica, estado de Guerrero. En la carta de la república, señaladas con curvas cerradas, se ven cuatro zona; la primera que comprende el territorio mencionado, la segunda donde se sintió más fuerte y la tercera donde fue con menor intensidad. Fue tan fuerte que se sintió en los estados de Morelos, México, Michoacán, Distrito Federal, Hidalgo Jalisco y Oaxaca.
El 17 volvió asentirse el temblor pero con mayor intensidad en Tuxtla Gutiérrez y en Tehuantepec, repitiendo en este punto el 18 y en Chilpancingo el 19 y 22.
Los más grandes destrozos fueron en Guerrero donde ciudades entregadas en plena paz, a una labor de progreso y de orden, han visto en ruinas sus más preciados edificios; destruidos sus templos y grandes grietas en sus tierra, sus monumentos destruidos y enterrados en la tierra sus jacales incendiados y pueblos sepultados por los derrumbes.
Cabe mencionar que era el primer aniversario de la toma de posesión del Gobernador Mora y que en el momento que todo se cimbró este recibía en su despacho, las felicitaciones de los representantes de los diferentes distritos de gobierno. Pasado el fenómeno solo quedaron útiles algunos enseres todo quedo averiado y el palacio a punto de desplomarse.
La escuela Normal de profesoras, se desplomó, afortunadamente a la hora del siniestro los niños en un jardín hacían ejercicios militares. En cuanto al colegio Profesional y Normal del Estado está a punto de derrumbarse, el alumbrado se acabó debido a que la maquinaria de luz eléctrica quedo inservible y por la noche Chilpancingo luce aterrador.
Las fincas históricas como la de los Generales Morelos, Bravo resultaron muy averiadas. En la casa de Morelos donde se firmó la declaración de Independencia el 16 de noviembre de1813. La casa que habitó Don Benito Juárez registra algunos desperfectos pero el cuartel del 14 batallón quedó reducido escombros. Estatuas como la de Don Nicolás Bravo cayó incrustándose en el pavimento de la glorieta.
La intensidad del fenómeno destruyó casas, fincas, edificios, los daños fueron tan graves que han quedado inhabitables. El señor Gobernador y su gabinete despachan a la intemperie entre zacate en un jacalón de madera improvisada.
Los templos joyas arquitectónicas y pictóricas están reducidas a escombros, ahí se encontraban los restos de General Bravo, la campana con que se llamaba para congregarse los miembros del congreso,
Debemos reconocer el gran esfuerzo del Gobernador Mora por correr al auxilio de las víctimas, personalmente recorriendo la ciudad. Afectados resultaron Iguala, Chilapa, Tepecoascilco, Capanatyac, en los caminos se derrumbaron las montañas tapando valles y cañadas.