El pasado 28 de septiembre se dio a conocer que el magnate Hugh Hefner falleció en su casa, la Mansión Playboy ubicada en Los Ángeles, de causas naturales a los 91 años de edad. El hombre apodado “Hef” fue famoso por ser fundador y redactor en jefe de la revista Playboy, convirtiéndose en un ícono de la cultura popular.
Hugh Hefner sirvió en el ejército estadounidense durante los últimos meses de la segunda guerra mundial para luego estudiar psicología en la Universidad de Illinois.
Con la fundación de Playboy en 1953 se creó lo que entonces fue una nueva manera de tratar la sexualidad a través del contenido gráfico explícito en diferentes grados. Antes de Playboy los desnudos aparecían en ediciones semiclandestinas y de pequeño tiraje.
A partir de Playboy la sexualidad humana se plasmó en un contenido que se vendía por miles y por una marca reconocida que además acompañaba la parte gráfica con literatura y periodismo que le daban algo de seriedad a lo que fue revolucionario y escandaloso para su época.
Playboy además fue una revista exitosa desde el principio porque Hugh Hefner tuvo a bien comprar una fotografía de la actriz, entonces en boga, Marilyn Monroe por la módica cantidad de 500 dólares. Esta fotografía tuvo su origen en una época anterior al éxito del símbolo sexual en una oferta que le daba 50 dólares y que serían la única utilidad que ella recibiría del éxito de la primera edición de Playboy en la que además fue incluida sin su consentimiento ni previo aviso. En esa primera edición se vendieron 50 mil ejemplares.
Posteriormente el negocio de Playboy se extendió además de la revista a clubes nocturnos, casinos, hoteles, etc., que verían una crisis cuando surgió la competencia dura de las revistas Hustler y Penthouse. Esto fue una invitación bien tomada para modernizar la corporación incursionando en el cine, el video y el internet.
Hugh Hefner tuvo tres matrimonios y múltiples relaciones con las denominadas “conejitas playboy”, lo cual hizo que, además de los lujos y otros placeres en los que se sabía que vivía inmerso, fuera conocido como una figura básicamente hedonista y se volvió un ícono de la cultura popular americana justo por compartir estas características.
De forma algo contrastante, es sabido que Hef fue activista de la igualdad racial y defendía, al menos en su discurso, la revolución sexual y la libertad personal. Sin embargo, se ha dicho que las mujeres que vivieron o tuvieron una relación con él fuera de la mansión no tenían permitido trabajar ni recibían utilidades por participar en los reality shows, lo que las hacía económicamente dependientes de él, además de que la Mansión Playboy tenía toque de queda a las 9 pm para ellas. Aparte de esto, se ha mencionado que usó una droga afrodisiaca denominada Quaalude en muchas de las chicas que vivieron en su casa para que accedieran a tener relaciones con él a pesar de que oficialmente él solo tenía relaciones sexuales con su pareja en turno.
Aunque de esto no conocemos más que la palabra de algunas mujeres que decidieron hablar de lo que vivieron siendo conejitas, podemos tomar en cuenta que estas son situaciones que el patriarcado permite y aplaude de muchas maneras.
Sea como sea, Hugh Hefner es un referente que le dio la vuelta a la página en más de un sentido a la visión de la sexualidad desde lo gráfico y esto ha tenido consecuencias tanto positivas como negativas tales como el poner a un mayor alcance un material que vence tabúes sobre la sexualidad pero también los crea.