Fueron bautizados como Pixel Buds y presentados de manera oficial en San Francisco por Rick Osterloh, que despacha como Vicepresidente Senior de hardware en Google. En su discurso dejo claro algo que pocos se atreven a predecir: el futuro de la carrera tecnológica por el consumidor de electrónica.

El avance ha llegado a un punto en donde quienes producen teléfonos inteligentes prácticamente compiten con lo mismo... mas megapixeles en la cámara, más velocidad de procesador, mejor rendimiento en la conectividad, baterías longevas, pantallas de mayor calidad, elementos que ya no sorprenden al consumidor final y por lo tanto no representan una ventaja competitiva.

Los Pixel Buds son la apuesta de Google para competir con los AirPods de Apple, solo que estos no son inalámbricos, a cambio de esto son capaces de traducir en tiempo real hasta en 40 idiomas diferentes.

Su costo de salida al mercado será de aproximadamente 159 dólares y estarán disponibles en noviembre. Aunque se habló poco de la compatibilidad se especula que solo podrán usarse al cien por ciento con teléfonos Pixel, también de Google.

La presentación se hizo al mas puro estilo de Steve Jobs, con una demostración en escena que impactó a todos: una conversación en tiempo real entre dos personas, una hablando inglés y la otra sueco. Después de que la persona que habla termina una frase, pasan de uno a dos segundos para que el audífono exprese la misma frase pero en otro idioma.

A diferencia de los Smart Glasses, que en su momento fueron considerados como un alarde tecnológico pero de poca utilidad cotidiana, esta incorporación de inteligencia artificial a un dispositivo de uso tan cotidiano podría abrir la puerta a nuevas aplicaciones tan o más sorprendentes que esta.