Para comprender el presente, hay que conocer y aceptar el pasado. Quien no mira atrás difícilmente entenderá el presente. Y no podrá construir su futuro.
Porfirio Díaz: Primer periodo 29 de noviembre a 6 de diciembre de 1876, segundo periodo del 18 de febrero de 1877 al 30 de noviembre de 1880 y el tercer periodo del 1 de diciembre de 1884 al 25 de mayo de 1911.
En esta época el país y el General Porfirio Díaz tuvieron grandes cambios; en las artes, arquitectura, ingeniería, política, infraestructura entre otras.
La esposa de Porfirio Díaz, doña Carmen logro influir en la apariencia de su marido que pasó de rudo campesino a la apariencia de porte noble y elegante, dominando su timidez social.
Al transformarse él, gracias a su esposa logró transmitir esos cambios a las principales capitales de los estados mexicanos.
El 14 de septiembre de1902 las notas periodísticas sobresalientes fueron la preparación para los festejos de la independencia de México y la celebración por parte de la colonia española de la fiesta de la Virgen de Covadonga celebrado en el teatro principal antiguo coliseo construido en 1673, reconstruido posteriormente).
El adorno del antiguo coliseo fue encomendado al Sr. Jane y resultó verdaderamente impresionante.
La fachada se decoró con guías de heno y los medios puntos de las puertas decorados con rosas blancas y amarillas; de los balcones del edifico pendían las banderas españolas al centro luciendo el escudo de armas de la nación Ibera, y múltiples lienzos con los colores mexicanos y banderas mexicanas.
En el vestíbulo tapizado con una elegante alfombra blanca, se colocaron espejos de marcos dorados y columnas de alabastro que sostenían jarrones con plantas de ornato.
Las puertas interiores y los barandales lucían también adornos consistentes en cortinajes de seda, guirnaldas y musgo. Innumerables fotos que daban una iluminación meridiana en cuanto al salón lo hicieron llamativo con espejos, flores exquisitas, rosas, los barandales de los palcos de la galería estaban cubiertos con colgaduras de seda blanca. Los tocadores tenían presentación impecable para damas y caballeros. La orquesta se colocó en el anfiteatro.
La concurrencia fue numerosa el entusiasmo no decayó ni un momento. Las damas lucieron vistosos y ricos trajes blanco y negro conforme a la etiqueta de la fiesta, algunos de confección verdaderamente artística, y los caballeros iban elegantemente vestidos también en blanco y negro hubo un combate de flores a la media noche, fue animadísimo entre los palcos, las galerías y los bailarines. Terminando el baile a las tres de la mañana.