Ni por accidente.

Se ignora si escucha las llamadas, lee los mensajes y se entera de los recados, o de plano no le importa hacerlo.

Y la incomunicación ya suma meses. Muchos. Una buena parte de los doce que está a punto de cumplir en su encomienda.

Y es que al principio, recuerdan, no era así; se podía hablar y comunicar con el cuando el asunto a tratar lo ameritaba .

Pero el celular del alcalde duró muy poco en funcionamiento. Demasiado poco para quien, se supone, debe hacer de la comunicación una herramienta prioritaria.

Diputados, empresarios, representantes de agrupaciones civiles, líderes de colonias, ciudadanos y hasta militantes de su propio partido, el PRI, se quejan de lo mismo.

Marco Novelo no los pela.

Por eso mismo los tres diputados ensenadenses que forman parte de la legislatura local, amenazan con darle al alcalde una sopa de su propia medicina.

Esto es, no pelarlo cuando les llame, cuando les envíe mensajes o les haga llegar recados con terceros.

Algo que podría ocurrir muy pronto, luego de la obligación de los alcaldes de turnar al Congreso su propuesta presupuestaria para el 2018.

Novelo, pues, tendrá que buscar muy pronto a quien por meses ha ignorado.

Y empresarios andan en las mismas. Del fastidio por la incomunicación con el jefe de la comuna podrían pasar a retirarle el habla cuando se les convoque.

Algo que tampoco debe demorar. Novelo ocupará más temprano que tarde del sector que en buena parte lo cobijó para que llegara a la presidencia municipal.

Ciudadanos se quejan de no ser atendidos, de esperar largas horas haciendo antesala en la recepción de la presidencia para luego cancelarles la audiencia.

Y ni qué decir de sus correligionarios hoy molestos y decepcionados, porque se les puso un muro de contención que no han logrado esquivar.

El empresario hotelero hoy metido a político, se sabe, tiene la obvia intención de reelegirse en el cargo por un periodo más.

Pero para aspirar a tal cosa ocupará del respaldo de los ciudadanos y de los priistas que hoy se sienten relegados, menospreciados.

Se desconoce el porqué de la incomunicación de Novelo. Si es cosa de él o de quienes le asesoran.

Se desconoce si el teléfono, el teléfono del alcalde, se averió solito o se indujo de manera premeditada la descompostura.

Lo cierto es que un presidente municipal incomunicado no conviene a nadie. Ni a él mismo.

Ojalá que las vías de acercamiento del primer edil con los ensenadenses se vuelvan efectivas, practicas, permanentes.

Ya no más teléfonos descompuestos.