En ese espinado propósito de hacer rendir los de por sí escasos recursos públicos, el alcalde local tiene pocas alternativas por elegir. Muy pocas, escasamente pocas.
Con un insomnio prolongado y que se vuelve tormentoso cada catorcena, Marco Antonio Novelo Osuna debe tomar decisiones prontas antes que el insomnio se acompañe de migraña.
Y unas de las acciones que tiene a su mano el primer edil para evitar que ambos males lo agobien, pero que además se traduzca en un importante ahorro de recursos, es poner sobre la mesa el desempeño de las instancias paramunicipales.
Si. Analizar una por una las llamadas dependencias paramunicipales y mandar a la congeladora a las que no tengan una administración autofinanciable.
Y es que por ahí se está fugando a la nada una cuantiosa cantidad de recursos. Muchos millones de pesos al año que bien pueden ser aprovechados en otras áreas del gobierno que encabeza el empresario hotelero.
Se sabe que muy pocas paramunicipales cumplen en los hechos con el propósito fundamental que les dio vida y que es la autosuficiencia financiera.
Dentro de las pocas paramunicipales que pueden presumir no ser una carga financiera para la administración central, está el Fidue. El Fidicomiso para el Desarrollo Urbano de Ensenada.
Por eso sus empleados recibieron en tiempo y forma sus prestaciones salariales y aguinaldos. Por eso la instancia maneja finanzas sanas.
En contraste, la mayoría de las paramunicipales son pésimas generadoras de recursos propios y subsisten gracias a la dieta que reciben de la administración central.
Casos concretos el Centro Social, Cívico y Cultural Riviera de Ensenada, y Proturismo.
Sus ingresos propios no alcanzan ni para cubrir la nómina de sus empleados. Ni para eso siquiera.
Y así están muchas otras paramunicipales. Igualito.
Sus titulares se preocupan sólo de justificar trabajo y de reclamar los apoyos catorcenales.
Novelo, entonces, tiene que impulsar un programa encaminado a revisar cada una de las paramunicipales y desaparecer las que en los hechos no resulte autosuficiente.
Fácil. La que no funcione que desaparezca. Así como lo pretenden hacer con el Comité de Festejos de Ensenada (Comife).
Y la verdad, el ahorro de recursos sería muy gratificante para un gobierno que se tambalea financieramente hablando.
Administrador
Otra tarea que puede aligerar la carga y las preocupaciones que lleva sobre la espalda el jefe la comuna, es el nombramiento de un administrador del primer cuadro de la ciudad.
Un cargo honorario que puede asumir un empresario o comerciante comprometido con Ensenada.
Un administrador del primer cuadro de la ciudad que tenga a su mando personal de servicios públicos, inspectores de comercio y espectáculos; un administrador que tenga una vinculación estrecha con los cuerpos de seguridad publica, pero que además sirva de enlace con los sectores productivos.
Un administrador del primer cuadro de la ciudad que sea los oídos y ojos del alcalde, que le resuelva problemas y despeje el camino.
De eso se trata.