Para comprender el presente, hay que conocer y aceptar el pasado. Quien no mira atrás difícilmente entenderá el presente. Y no podrá construir su futuro.
Feliz día de reyes, si algo yo les pediría es un cambio a la actitud que prevalece en nuestros congresistas y funcionarios de elección popular. Que cambien su actitud cómoda de no hacer nada, por una preocupación del bien común para todos los mexicanos.
Esta actitud la describe Fray Junípero Serra (1713-1784)
DÉJAME DORMIR, MAMÁ
Levántate hijo mío, por favor, que México entero se afana.
¡Que no! ¡Que no me levanto porque no me da la gana!
Hijo mío, levántate por favor, van a llamarte haragán.
Déjame, mamá, que nunca me ha importado el qué dirán.
Hijo mío, por favor, levántate que ya has dormido en exceso.
Déjame, mamá, que soy congresista y si falto a las sesiones ni se advierte ni se nota. Solamente necesito acudir cuando se vota, que los congresistas somos ovejitas de un rebaño para votar lo que digan y dormir en el escaño.
En serio, mamita mía, yo no sé por qué te inquietas si por ser congresista cobro mi sueldo y mis dietas. Lo único que preciso, de verdad, mamá, no insistas, es conseguir otra vez que me pongan en las listas.
Hacer la pelota al líder, ser sumiso, ser amable Y aplaudirle, por supuesto, cuando en la tribuna hable.
Y es que ser parlamentario fatiga mucho y amuerma.
Por eso estoy tan molido. ¡Déjame, mamá, que duerma!
Bueno, te dejo, hijo mío. Perdóname hijo mío, duérmete, lo lamento. ¡Yo no sabía la angustia que produce el Parlamento!
Tomado del Mundo Ilustrado 1905