Para comprender el presente, hay que conocer y aceptar el pasado. Quien no mira atrás difícilmente entenderá el presente. Y no podrá construir su futuro.
En 1902 con la revolución industrial los industriales mexicanos desarrollaron nuevas tecnologías acorde a las necesidades de la región donde habitaban y realizaban sus actividades industriales.
Un texto de la época señalaba:
El caso más significativo es con la considerable alza en el precio de la fibra del henequén, es lo que motivo a don Tomás Ruiz Osorio, para diseñar la desfibradora de fibra del henequén conocida como ¨Desfibradora Ruiz Osorio” aumentó el progreso económico de Yucatán.
Tomás Ruiz es de los yucatecos que en estos últimos tiempos se ha distinguido por su espíritu progresista y por su empeño de facilitar las rudas tareas del campo, don Tomás Ruiz Osario, ha unido sus conocimientos de ingeniería y los conocimiento de la fibra del henequén para buscar un método para la cosecha y corte optimizado de la fibra del henequén. La invención de la máquina desfibradora, es a todas luces muy útil, segura para los jornaleros y los propietarios de las fincas, esta moderna maquina elimina los temores de los jornaleros del uso de la viejas máquinas donde quedaban muertos entre las cuchillas, mutilación de brazos o piernas en el mejor de los casos por la inseguridad de la operación había mucha rotación de jornaleros.
La máquina del señor Ruiz Osorio puede ser manejada por un jornalero cualquiera, aunque carezca de los más elementales conocimientos, pues su inventor ha conseguido alejar de su aparato toda complicación que pudiera servir de estorbo a los trabajadores , no necesita recurrir a un especialista, tiene las refacciones para componerla de una manera inmediata por el mismo operario.
Además al desfibrar las hojas de las plantas, no destroza el filamento y aparte de la seguridad de los jornaleros da mayores rendimientos con lo que incrementen sus ganancias y la disminución de incapacidades, mutilaciones y muertes de los jornaleros yucatecos.
El éxito que ha coronado los esfuerzos del inventor y el agradecimiento de las clases acaudaladas y proletarias de su estado natal, es el mejor lauro que ha podido obtener en su lucha benefactora para la industria del país.