Empresas multinacionales de origen chino, como Huawei y ZTE, enfrentan ahora una advertencia emitida por las agencias de inteligencia de Estados Unidos, pues según ellos, representan una amenaza para la seguridad de los clientes estadounidenses.
Funcionarios de CIA, la NSA, el FBI y la Agencia de Inteligencia de Defensa se presentaron frente al Comité de Inteligencia del Senado y para hacer las cosas sencillas, Tom Cotton, senador republicano por Arkansas, solicitó al grupo que levantaran la mano si les recomendarían a los ciudadanos estadounidenses usar productos o servicios hechos Huawei o por ZTE. Ninguno levantó la mano.
El director del FBI, Chris Wray, explicó que el riesgo es dejar que una compañía "en deuda con gobiernos extranjeros" entre a la infraestructura de telecomunicaciones del país.
Cabe recordar que Huawei es líder global en equipos de red y el Gobierno de Estados Unidos previamente los ha bloqueado para que no puedan vender tecnología a algunas agencias federales. Sus aparatos funcionando en Estados Unidos les daría capacidad para modificar información maliciosamente (o robarla), además de la capacidad de realizar espionaje no detectado.
Hasta el momento, la multinacional Huawei no ha realizado ningún comentario referente a la audiencia del Comité de Inteligencia.
Los políticos involucran a Google.
Sundar Pichai, consejero delegado de Google, recibió una carta remitida por un grupo de congresistas que dicen estar decepcionados porque la firma estadounidense aparentemente prefiere apoyar al Partido Comunista Chino que al ejército de EEUU.
Este asunto es coyuntural pues Google decidió no renovar su contrato con las fuerzas armadas norteamericanas, después de que se dio a conocer la intención de dotar de su sistema de inteligencia artificial a los drones del ejército.
Los políticos, entre el chantaje y la amenaza, dicen lamentar la decisión de Google de no darle continuidad a "la fructífera tradición de la colaboración entre el ejército y las tecnológicas", y enfatizaron "todavía más decepcionados" de que la empresa siga trabajando con Huawei.
A esto, Google respondió por medio de su vocera Andrea Faville de manera institucional "como muchas otras compañías estadounidenses, tenemos acuerdos con docenas de fabricantes en todo el mundo, incluyendo Huawei"."
El asunto de seguridad nacional, espionaje y datos compartidos entre empresas probó ser un tema sensible para la población norteamericana. Una intervención directa de Trump a los gigantes tecnológicos podría contar con un peligroso respaldo popular, que pondría a temblar al mundo entero.