El licor es una bebida alcohólica, con sabor a frutas, hierbas o especias. Es resultado del proceso de separación de agua y alcohol de un líquido previamente fermentado cuya materia prima puede ser un cereal (cebada, maíz o centeno), un tubérculo (papa) o desechos de frutas (uva). En cualquier caso, su objetivo es el de obtener una bebida de alcohol puro con un nivel superior a los 40º.
Históricamente, los licores derivan de las hierbas medicinales, generalmente preparadas por monjes, como los benedictinos. Los licores fueron hechos en Italia desde el siglo XIII.
En esta ocasión les voy a hablar de Onilikan, una marca sinaloense que aprovecha el clima y la tierra de ese estado para destilar una gran variedad de frutas como el mango, el lichi, el arrayán y el coco. En sus inicios, la empresa usaba la fruta que no lograba pasar el control de calidad para la exportación, sin embargo, la demanda de sus bebidas se ha incrementado enormemente por lo que desde hace algunos años utilizan fruta de calidad prime. En este momento, su principal mercado es nuestro vecino de norte.
Los licores pueden tomarse solos, durante o después del postre, o pueden ser usados en cocteles. Quizá el licor más socorrido sea el de café, pero puede intentar algo diferente, así que no lo dude, la próxima vez que quiera disfrutar uno, puede pedir un Onilikan de mango.