Una publicación reciente en la revista Science, enfatiza que con el calentamiento global, las pérdidas de cosechas de granos alimenticios críticos aumentarán sustancialmente, ya que el aumento de las temperaturas aumenta el metabolismo y el crecimiento de la población de plagas de insectos.
Los investigadores observan que el arroz, el maíz y el trigo son los cultivos más afectados, descubrieron que el aumento de las temperaturas globales provocaría un aumento de las pérdidas de los cultivos, especialmente en las regiones templadas.
Se proyecta que las pérdidas aumentarán entre 10 y 25% por grado de calentamiento. Solo un aumento de 2 grados en la temperatura promedio global dará como resultado pérdidas totales de cultivos de aproximadamente 213 millones de toneladas para los tres granos. Según el estudio, el trigo, que normalmente se cultiva en climas fríos, sufrirá más, ya que el aumento de las temperaturas dará lugar a un mayor metabolismo de los insectos, así como un aumento de las poblaciones de plagas y las tasas de supervivencia durante el invierno.
El arroz, que se cultiva principalmente en ambientes tropicales cálidos será el menos afectado de los tres.
Francia, China y Estados Unidos, al ser los mayores productores de granos en el mundo, se encuentran entre los países que se espera experimenten las mayores pérdidas de cultivos por plagas de insectos.
Los rendimientos reducidos en estos tres cultivos básicos son motivo de especial preocupación, ya que muchas personas de todo el mundo dependen de ellos. Juntos representan el 42% de las calorías directas que consumen los humanos en todo el mundo.
El aumento de las pérdidas de cosechas dará lugar a un aumento de la inseguridad alimentaria, especialmente en aquellas partes del mundo donde ya abunda, y podría dar lugar a conflictos.
"Espero que nuestros resultados demuestren la importancia de recolectar más datos sobre cómo las plagas afectarán los cultivos en un mundo en calentamiento, porque colectivamente, nuestra elección ahora no es si permitiremos o no que ocurra el calentamiento, sino cuánto calentamiento estamos dispuestos a tolerar", dijo finalmente Scott Merrill, uno de los coautores de esta investigación.