En Brasil, el artista y activista social conocido como Mundano, desarrolló una aplicación que conecta a los recolectores callejeros de basura con los ciudadanos que requieren de alguien —quien sea— para que los libre de los deshechos que se acumulan en patios y jardines.
Aunque parece imposible, el problema de la basura en Brasil es mayor que el experimentado en las últimas semanas en Ensenada. Sólo el tres por ciento de lo recolectado por la autoridad municipal sigue un proceso de reciclaje.
El resto del material para reuso es trabajo de casi medio millón de recolectores informales, pepenadores, que recorren las ciudades en busca de metal, papel, cartón, plástico y vidrio, para venderlo a las recicladoras y ganarse la vida.
Mundano, el artista, ya había desarrollado proyectos de intervención con estos recolectores callejeros, a los que llaman "catadores". Por años ha sido líder de un proyecto que ha llenado de arte, humor y color las carretas que usan los recolectores. "Pimp My Carroça" que se traduce como "decora mi carreta".
Ahora, con el uso de la tecnología, Mundano conecta a quienes requieren de la recolección y además exhorta a que paguen por el servicio, lo que aporta a los recolectores un ingreso adicional.
Esto implica compromiso no solo por parte de los ciudadanos, que deben mantener los desechos en confinamientos distintos para facilitar el siguiente paso en el proceso, sino también de la persona que promueve la iniciativa, pues parte de un interés genuino por aportar algo a un grupo vulnerable.
Carreta para recolección de basura decorada por el proyecto de Mundano.