Foodwatch es una organización alemana que cuya misión es la protección de los derechos del consumidor y la calidad de los alimentos. Fue fundada en el 2002 por Thilo Bode, ex director ejecutivo de Greenpeace.
Una de las actividades estelares de Foodwatch es la entrega del Premio al Producto Alimenticio más Fraudulento del Año. Este “galardón” se le da a aquellos productos que son engañosos hacia los consumidores, ya sea por su composición o por la descripción de la etiqueta. Los productos elegidos se someten a la votación del público quienes escogen a los ganadores. A continuación les presento los candidatos de este año:
* Salsa de tomates cherry de la marca Jumbo especial, que solo contiene ¼ parte de tomate cherry, el resto son de otras variedades.
* Jarabe de regaliz de la marca Venco Honing Drop, se detectó que utilizaron azúcar y almidón para sustituir la miel de abeja, contradiciendo la descripción de la etiqueta.
* Glacéau Smartwater de la marca Coca-Cola, agua de manantial que no justifica su elevado precio. En su proceso de fabricación, la vaporizan y posteriormente le añaden distintos electrolitos como el magnesio, el potasio y el calcio, esto simplemente carece de sentido.
* Jarabe de jengibre Conimex de la marca Unilever, a pesar de que se presume la presencia de jengibre, resulta que la mayor parte de este producto es azúcar, acompañada de muchos conservadores y colorantes.
* Puré de camote marca Albert Heijn, solo contiene 1/3 parte de camote, el resto son patatas y especias, muy lejos de lo que se describe en el empaque.
* Aceite de oliva marca Aldi, menciona que fue preparado especialmente para asar y hornear, pero resulta que contiene menos de ¼ parte de oliva, el resto está compuesto por otros aceites vegetales.
Este premio al Producto Alimenticio más Fraudulento, está demostrando una vez más, que el apoderamiento de los consumidores sigue creciendo, en una tendencia que ya es irreversible.