Así lo imagino y así se lo platicaron.

Marco Novelo Osuna, tres años atrás, rechazaba que gobernar Ensenada era lo mismo que sacarse la rifa del tigre. Y se le notaba seguro en sus argumentos. Así se le notaba.

Pero su percepción de enfrentar a un felino apacible y fácil de dominar, le duró muy poco.

El empresario metido a político necesito de apenas unos meses para darse cuenta que administrar un hotel, en nada se compara con ser la cabeza de un gobierno inmerso en complicaciones.

Complicaciones que terminaron por envolverlo, por atrincherarlo y por dejarlo literalmente solo frente al tigre de la rifa.

Y tan mala le fue con el tigre que, sin pensarlo mucho, Marco Nivelo decidió no buscar una reelección en el cargo. Y la verdad tomo la decisión correcta.

Los tiempos no estaban para involucrarse en más rifas, ni para hacerle caso a los exhortos victoriosos de sus simpatizantes, los que casi siempre se ubican en la comodidad de lo improductivo.

Nuestro presidente municipal optó entonces por adelantar su salida, la entrega de la estafeta y la advertencia a quien lo relevará del tigre que ya lo espera.

Y es que aunque se diga lo contrario, gobernar Ensenada si es lo más parecido a sacarse la rifa del tigre.

De un tigre beligerante, impaciente y poco tolerante.