El empresario metido a político considera que “recomendándolos”, es la mejor manera de agradecer a un reducido grupo de funcionarios su acompañamiento está aventura política.

Según empleados municipales que no guardan relación cercana con el primer edil, entre los funcionarías con palomita para ser considerados en la próxima administración se encuentran: Guadalupe Mendez, tesorera, Mónica Vargas, oficial mayor, Tomas Burns, director de Asuntos Jurídicos Fernando MacGregor, director de Promoción Económica, Rebeca Mungaray Lagarda, directora de Alcoholes, Espectáculos y Comercio Municipal, entre otros .

Novelo valora el trabajo de estos y otros integrantes de su gobierno, por eso su carta de recomendación, por eso su respaldo.

Y ciertamente, hay funcionarios en esa “lista” que han sacado la chamba con acierto.

Pero mientras el primer edil alza la mano por una parte de su gabinete, el resto vive inmerso en la zozobra. En esa zozobra que se aviva al término de una administración y que aqueja a quienes fuera del gobierno no tienen una fuente segura de ingresos.

Quizá por lo anterior, muchos funcionarios municipales buscan afanosamente una entrevista con el alcalde electo, Armando Ayala Robles, para solicitarle los considere.

Pero este último, tal como lo señaló semanas atrás, no ha revelado la identidad de quienes conformarán su equipo de trabajo. Y si Ayala no le ha puesto nombre y apellido a los casilleros de su gabinete, menos hará público el cobijo a funcionarios salientes.

De los “recomendados” de Novelo, el presiente municipal electo no ha dicho nada. Absolutamente nada.

El sigue con su agenda post electoral y en donde la llamada “gira del agradeciendo”, es prioridad.

Recomendados y no recomendados, en tanto, deben obligadamente que alistar maletas. No hay de otra.

En política, ojalá sirva de experiencia, los sueños de grandeza son efímeros.

El regreso a la realidad, esa realidad que obliga empujar proyectos propios y no ajenos, es doloroso.