Es costumbre descorchar una botella de gran formato durante la entrega de trofeos en competiciones deportivas, esta tradición comenzó en 1907 con la carrera automovilística Pekín – París; después de un recorrido de casi 15 mil kilómetros el único premio para los vencedores fue simplemente una botella de Champagne. La otra tradición es estrellar una botella contra el casco del barco en su botadura para demostrar su solidez; es de mal augurio que la botella no se rompa.

Obviamente, en esta celebración de Año Nuevo vamos a tener la presencia de la botella de Champagne en nuestra mesa, sin embargo, si te interesa sorprender a los invitados con una novedad culinaria, te recomiendo el video de Justin Chaplin, director de Food & Wine donde lo podrás ver preparando una deliciosa gelatina, ¿ya sabes de qué?, sí, de Champagne.

¡Feliz Año Nuevo 2020!