La pérdida y el desperdicio de alimentos se han convertido en un tema de gran preocupación para la opinión pública. La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) refleja una mayor conciencia mundial sobre el problema. Una de las metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible exige reducir a la mitad el desperdicio per cápita de alimentos a nivel minorista y de consumo para 2030, así como reducir las pérdidas de alimentos a lo largo de las cadenas de producción y suministro.
Un estudio recién publicado por la Universidad Estatal de Pensilvania concluye que los estadounidenses desperdician casi un tercio de los alimentos que compran, cantidad que económicamente equivale a una pérdida de 240,000 millones de dólares cada año. Si se divide esta cantidad entre los hogares de los vecinos de norte, da un resultado de 1,866 dólares cada uno.
Se analizaron los datos de 4 mil hogares que participaron en la Encuesta Nacional de Adquisición y Compra de Alimentos del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (FoodAPS), en la que se recopilan datos respecto a la compra y adquisición de alimentos. A través de FoodAPS también se recopilaron las medidas biológicas de los participantes, determinando las tasas metabólicas y calculando la energía necesaria para que los miembros del hogar mantuvieran el peso corporal. Los investigadores comentan que la diferencia entre la cantidad de alimentos que se compran y la cantidad de alimentos que son necesarios para mantener el peso corporal, supone la ineficiencia de producción en el modelo, lo que da lugar al volumen de alimentos no consumidos y, en teoría, desperdiciados.
Es triste reconocer que no se están teniendo los resultados deseados de un plan que se emprendió desde 2015 para reducir el desperdicio alimentario; los investigadores comentan que los alimentos que no se consumen y se desechan suponen una gran pérdida de los recursos que se han utilizado para producirlos como son la tierra, el agua, el trabajo y la energía. Sin embargo, lejos de derrotarnos, debemos hacer un esfuerzo para revertir esta tendencia. En el próximo artículo, comentaré los 10 pasos recomendados por el Instituto de Recursos Mundiales para poder reducir a la mitad la actual pérdida y desperdicio de alimentos para el año 2030.