Este día del trabajo que celebramos en modo ¨quédate en casa¨, así que en lugar de platicarles cómo nació el festejo del 1 de mayo (día del trabajo en México), y cómo nace la celebración del 3 de mayo (día del trabajador de la construcción, el día de la Santa Cruz), quiero hacer la siguiente reflexión:
Hoy nosotros, los generadores de riqueza, patrones, empresarios, trabajadores que estamos confinados en nuestros hogares, debemos buscar que unidos junto al gobierno, podamos hacer un México grande, donde podamos convivir en paz, sin insultos por parte de los gobiernos, no más divisiones: no más fifís, conservadores, neoliberales, de derecha, de izquierda, insultando a periodistas, profesionistas, editorialistas, etc., con respeto, juntos podemos combatir y ganarle a la pandemia para regresar a nuestros trabajos, haciendo lo que mejor hacemos, crear riqueza para seguir construyendo un México más grande, honorable y poderoso.
Quiero pedirles que hagamos una oración universal a Dios por nuestra patria:
Dios todo poderoso, acoge, te lo pedimos con fervor, a nuestra patria bajo tu santa protección, libéranos de la pandemia y danos fuerzas para continuar nuestras vidas con salud.
Inspira a todos tus hijos un espíritu fraterno respecto a nuestros gobernantes y ciudadanos, como hijos de nuestra nación.
Por tu bondad, dígnate hacer de nosotros hombres dispuestos a practicar justicia, a amar la misericordia y a vivir la caridad, la humildad y la paz, virtudes que caracterizan a los mexicanos.
A tener y fomentar respeto entre gobernantes y gobernados, y con humildad nos perdonemos nuestros defectos y sepamos convivir en paz, construyendo una nación feliz. Amén.