Quiero expresar mi alegría en este espacio , por celebrar nuestro casamiento celebrado hace 46 años, en la Iglesia del Perpetuo Socorro de la ciudad de Mexicali, en 1974.
Cuando se celebran 46 años, se recuerdan muchas cosas, de cómo la pareja inicia una familia, por el matrimonio. Al inicio no pensamos en como seremos mentalmente y físicamente dentro de 46 años, y como a esa edad quedaremos solamente la pareja, ni como nos necesitaremos uno del otro.
No pensamos en pandemias, enfermedades, devaluaciones, carestías, daño climático, enfermedades, carencias de medicinas, etc.
En los inicios muchas alegrías inundan nuestro hogar, llega nuestro primer hijo José Luis y 5 años después Juan Carlos, reuniones familiares donde reinó el cariño con nuestras familias. Ahora rebasamos los 70 años y no hay nada que ocultar con la edad envejecemos y el amor se acrecienta, llega la madurez y la reflexión.
Me preguntaron un día porque ha durado su matrimonio tanto tiempo. ¿Cómo han hecho para conservarse juntos?
Seguir los consejos de nuestros padres, y los padres de ellos ¨unidad y fidelidad¨ que por un intercambio de respectivas riquezas humanas, morales y espirituales nos ha convertido en una sola cosa.
Juramos un compromiso de fidelidad que abarque toda la vida, en que Dios nos permita vivir juntos en esta vida terrenal. Estos dos bienes son irrenunciables y consecutivos en toda la vida de nuestro matrimonio.
En mi caso el haberse cruzado en mi vida con Maru la mujer más maravillosa que existe, que la valoro más ahora que somos viejos.
Mi Maru, es la mujer que más ha influido en mi vida, porque sin haber estudiado administración ha administrado mi vida, me alentó en mi trabajo, escucha y da consejos aunque muchas veces los menosprecie, me llena la vida con su presencia, se anticipa a mis deseos, intuye mi humor, escucha mis desahogos, encuentra siempre la palabra justa.
Por la noche (aun con el ulular de las sirenas, ahora por el toque de queda), sus pláticas y conversaciones son mi mejor calmante; con sus noticias de la realeza vistas en su teléfono celular, aleja la tensión y me da una seguridad infinita. Sin ella sería un pobre hombre. Con ella me parece poder triunfar en cualquier proyecto, aunque este viejo.
Maru siempre le pido a Dios; Te conserve con salud, y felicidad, te ayude, en todas tus peticiones, que siempre la Virgen María, te aconseje y sea tu intercesora con su hijo Jesucristo para que tomes las mejores decisiones, para que podamos gozar de los momentos que estemos juntos y si es la voluntad de Dios que vivamos juntos por muchos años y que estos sean con mucho amor y salud.
Gracias por estos 46 años muy felices de mi vida. Te quiero. Muchos.
Besos con todo mi amor Pepe.