Me acabo de enterar del fallecimiento de Don Luis Lamadrid. Con tristeza comparto con mis amables lectores mis sentimientos.
Conocí a Don Luis hace ya muchos años cuando el estaba en la XESS, llevamos trato de conocidos y nada mas.
Hace ya mas de 15 años que nos reencontramos. El en su programa de radio sobre “Nuestras Raíces” menciono a mi padre adoptivo Don Vicente Ferreira K. y aproveche la oportunidad para charlar con el.
De ahí nació ya una solida amistad que nos llevaron a múltiples ocasiones a compartir sus programas de radio.
Don Luis tenía muchos amigos. Algunos de ellos miembros del Seminario de Historia de Baja California, organismo en el que tuvo una presencia muy significativa. Sin ser miembro se le daban todas las consideraciones y trato como si fuera uno de nosotros. Al darme cuenta de que no era oficialmente miembro del nuestro grupo, me permití invitarlo a que fuera parte, ya oficialmente de nuestro querido grupo de historia.
Tuvimos platicas personales, de mucho interés y de temas variados, ya de religión, ya de política, ya de historia, ya de los personajes y de los tiempos de antaño.
De Don Luis recibí solo buenas vibras y mucho de su apoyo en mi desenvolvimiento en mi estancia en Ensenada ya como retirado y el fue fundamental para que me reincorporara a “Nuestra Ensenada”
Nunca tuvimos discusiones acaloradas, siempre amenas y con juicio. Compartimos la mesa, el pan y el vino en varias ocasiones.
Desde estas líneas me uno a la tristeza y dolor de su familia, Genaro y Mario lo saben bien. Deseo que les llegue la resignación y se sientan orgullosos de la vida ejemplar de su señor padre.
La vida sigue, pero deja algunas veces cicatrices o huellas imborrables en nuestras vidas, así es con Don Luis.
Vaya con toda sinceridad mis profundas condolencias y Ensenada lo extrañara como se extraña a las personas que ponen su corazón en una ciudad como es esta.
Ensenada está de luto.