Dice Nemesio: Mira José Luis, cuando escribí la entrevista imaginaria entre mi persona y Benito Pablo Juárez García yo no era católico practicante, así que no lo hice por defender o quedar bien con la Iglesia católica o sus seguidores, quise mostrar detalles de Juárez para que lleguen muy profundo al alma de todos los mexicanos.

Presenté un dialogo entre mi persona y Juárez, como mencioné creí encontrarme con un insensible ídolo, esperé hallar un Juárez como lo hacen aparecer sus acérrimos defensores, como si fuera una estatua inerte ante cuya esfinge se postran y hacen reverencias como un Dios.

Después de este dialogo, la figura Benito Juárez se me mostró humana, más precisa ante mis ojos, los cabellos lacios y rígidos fueron movidos por los aires, los faldones de su frac fueron azotados por el viento y su pecho movió a los golpes del corazón, como cualquier ser humano.

Sentí deseos de abrazar al que había considerado siempre como irreconciliables enemigos de mis ideales, pensando en las palabras de Jesucristo ¨Amaos los unos a los otros¨ Perdonad a vuestros enemigos¨.

Pero al pretender tocarlo mis manos estrecharon el vacío y advertí entonces que había hablado con una sombra, comprendí entonces que Juárez, que el Juárez de las fiestas que llaman populares, no es más que un símbolo, una bandera, que contra voluntad del mismo Benito Juárez García, enarbolan hombres ambiciosos, sin deseos de la verdadera felicidad y unión de los mexicanos, traicionándose a sí mismo y traicionando a la patria.

Dice José Luis: Mira Nemesio, aún en 2022 no hemos aprendido nada. Con los cambios de gobierno suben y bajan ídolos, no héroes humanos como son los que nos dieron patria y como líderes que junto a millares de mexicanos formaron este gran país México. Espero nos muestre la figura humana de cada uno de ellos y no enarbolarlos como bandera particular del presidente en turno, ahora son fifís, neoliberales, conservadores, liberales o populistas y olvidan que debemos ser mexicanos buscando la grandeza de nacional, sin denostaciones e insultos.