Sin duda que ejercer el periodismo en Mexico se ha convertido en una actividad de alto riesgo.
Este jueves por la noche, en la Ciudad de México el periodista Ciro Gomez Leyva sufrió un atentado al llegar a su residencia; utilizar un vehículo blindado le salvó la vida.
En este país y con un presidente que un día si y el otro también descalifica el trabajo de los comunicadores que cuestionan su gobierno, a cualquier facineroso se le puede ocurrir aprovechar la coyuntura.
El nuestro aparece en esa denigrante lista de países, en donde ejercer el periodismo es lo mismo que caminar con los ojos vendados al filo de un precipito.
Un riesgo que lamentablemente se ve fortalecido por una política polarizadora de quien, se supone, debe apostar en sentido contrario.
Al periodista capitalino le salvó conducir un vehículo con sistema de blindaje. Seguro se sabía en riesgo.
Pero qué de los miles de comunicadores que apenas si malviven con los ingresos que generan?
Quién garantiza la seguridad de aquellos que, literalmente, ponen el pecho por enfrente mientras ejercen un periodismo objetivo y crítico?
Nadie!
Este 2022 ha resultado un año trágico para el periodismo en México y en donde Baja California no ha quedado exenta.
A los gobiernos que se acogen a la democracia como su bandera, les conviene más una prensa libre y crítica que una sometida. A los gobiernos autoritarios no!
Ojalá que sea su trabajo lo que blinde la integridad de los periodistas y no un vehículo con cubiertas reforzadas.