La anisakiasis es la enfermedad ocasionada por la infección de gusanos Anisakis. Aparece con frecuencia en las personas que consumen el pescado crudo o ligeramente salado o condimentado. Las regiones con mayor nivel de ocurrencia son: Japón (sushi o sashimi), Escandinavia (hígado de bacalao), los Países Bajos (maatjes), y la costa pacífica de América (ceviche).
Para que los consumidores no corran el riesgo de intoxicarse con anisakis, la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (AECOSAN) nos recomiendo lo siguiente:
Compre el pescado limpio y sin vísceras (sin tripas). Si no lo está, quítele las vísceras lo antes posible.
La cocción, fritura, horneado o plancha son preparaciones que destruyen el parásito, cuando se alcanzan los 60° C de temperatura por lo menos durante un minuto en toda la pieza.
Con los crustáceos (langosta, langostino, bogavante, gamba, camarón, nécora, centollo…) siga la misma regla anterior
Si come el pescado crudo, deberá congelarlo previamente. Para poder congelarlo en casa, su aparato debe alcanzar una temperatura de –20º C o inferior y mantener el producto congelado durante cinco días. Si tiene duda de la temperatura de congelador, mejor compre el pescado ya congelado.
Pescados y mariscos que no es necesario congelar: Las ostras, mejillones, almejas, coquinas y demás moluscos bivalvos; los pescados de aguas continentales (ríos, lagos, pantanos…) y piscifactorías de agua dulce (truchas, carpas…); las semiconservas como las de anchoas (en envase metálico, de vidrio u otras presentaciones) y los pescados desecados salados de manera tradicional, como el bacalao o las mojamas.