Este viernes los reporteros de distintos medios acudimos a un espectáculo por demás vergonzoso, la postulación de Rogelio Aros Guzmán un panista resentido que con todo y doctrinas aventó al retrete la ideología de mas de 20 años de militancia por un súbito arrebato de izquierda feliz.
Acompañado por Abraham Correa Acevedo, Aros mantuvo a lo largo de la conferencia una sonrisa congelada, en medio de largos e incómodos silencios cuando se le cuestionaba su decisión y a Correa su persistente reciclaje de candidatos.
De hecho a su entrada al restaurante donde se citó la Conferencia, Abraham Correa hizo varios comentarios respecto al trato negativo que se le da al PRD en los medios de comunicación de Ensenada por lo que el llama “ataques a la izquierda” y la respuesta fue simple ¿Cuál izquierda?.
La que tiene Ensenada desde hace años dejó de existir y lo que queda, es un grupo de izquierda ultraligth, con menos sustancia que la protileche pero con mas parásitos que un perro callejero.
El objetivo de ese partido es simple y por todos conocidos, lograr al menos dos regidurías llevadas por los votos que acumule el candidato que de antemano se sabe perdedor, y que por supuesto serán decididos por Abraham o Ana María o el marido de Ana María que es lo mismo.
Lo mas grave de este grupo, es que son partidos que su único objetivo es mantener registros y seguir obteniendo recursos del presupuesto federal, un presupuesto público que basado en la presunción de evitar el dinero ilícito en las campañas, nos cuesta a los mexicanos, aunque no sirva para nada.
La izquierda mexicana, en efecto tuvo décadas atrás, políticos y pensadores, perseguidos políticos, hombres y mujeres que tenían ideales, esos no están ya en el PRD como tampoco están en otros partidos que dejaron de ser políticos para volverse electoreros.
Correa se burla, les llama, políticos que se morían por la causa o dejaban que los encerraran en la cárcel por sus ideales como Heberto Castillo un hombre de izquierda incorruptible y brillante.
La mafia electoral y política mexicana rehizo leyes y reglas para salirse con la suya, para sobrevivir sin trabajar y para que se negocie con ellos a cambio de beneficios y prebendas.
Pero dentro de esos partidos hay malos y hay peores y el PRD al menos en Baja California, ocuparía entre los peores un sitio destacado.
Sin embargo, Correa así es, y le vale madre lo que el resto opine, desde el viernes ya tiene candidato, uno que aunque usted no lo crea, se asegura, había empezado a negociar desde dos semanas antes de la contienda interna de su partido, una candidatura a la presidencia municipal, si perdía, aunque fuera con el PRD.
P.D. Pero el PRD quiere que se hable bien de ellos.