Si el debate presidencial que se trasmitió este domingo hubiera definido al Presidente de México, por conocimientos de los temas y debate real, definitivamente Quadri, sería ya el nuevo inquilino de la silla del águila.

Pero, como la política es como el fútbol y en ella la pasión le gana a la realidad, según los analistas políticos y las encuestas se mantienen con Enrique Peña Nieto al frente y los otros dos Josefina Vázquez Mota y Andrés Manuel López pelándose ya no el segundo sino el tercer puesto.

Y no porque Quadri haya subido suficiente en las encuestas de salida, sino porque los otros candidatos en su intervención, lejos de mostrar un debate de propuestas sobre los temas trascendentes para México, se dedicaron a embarrarse con lo que encontraron, como parte de una estrategia que parece diseñada por sus peores enemigos.

Con un pésimo formato y sin reglas claras para los televidentes, las intervenciones de Quadri fue lo mejor, en un grotesco pleito callejero de los otros tres que no aclaró absolutamente nada relevante.

Eso si, Quadri evidenció en López Obrador una izquierda, ultra light con propuestas demagógicas sobre la gasolina y segundos pisos, dos de los bastones favoritos de su discurso, aclarándole como estudioso que es del tema, la incongruencia de su propuesta.

Vázquez Mota, evidenció que no tiene una idea, ni siquiera remota, de las diferencias que existen entre prevención, investigación, impartición de justicia, fueros y mucho menos sistema penitenciario, por no hablar de la economía en general.

En este debate quedó claro también que quien mejor retrata en TV es Peña Nieto, y es el que tiene mejor manejo escénico, pero no logró cerrar ideas, entretenido como estaba en responder ataques a dos fuegos que enrarecieron un debate para convertirlo en un pleito de vecindad.

La soberbia de los tres candidatos, PRI, PAN, PRD al no asistir al ensayo que se supone permitiría evitar el espectáculo “malito” que dieron los tres, hizo evidente que no sabían ni siquiera como acomodarse para sacar de la manga, sus “pruebas contundentes” de que el otro es mas transa o mas menso, mas mentiroso o por lo menos igual.

El colmo fue la foto boca abajo de López Obrador, en contra de Peña Nieto que hizo reir no solo al priísta sino al conductor y muy posiblemente a los mexicanos que decidimos ver el debate a ver que tenían que decir, para comprobar que salvo Quadri, los otros no debieron haber pisado el escenario porque no sabían a que iban.

Los mas absurdo, fue que tras el debate de ideas y propuestas donde no hubo debate, ideas ni propuestas de quienes son los punteros, lo único que quedó a los que observamos este show malecho, fue: Una edecán que pasó a la fama gracias a su escote, un Candidato Quadri con calidad, pero sin credibilidad por su cercanía con Elba Esther Gordillo y la certeza de que no quedará mas remedio que votar, no por el mejor sino por el que menos daño le pueda hacer a México.

P.D. Debí ver mejor el futbol.

P.D. La modelo es Argentina

P.D. El twiter de la modelo logró en media hora 14 mil seguidores, la debían contratar de asesor de comunicación.