Cada proceso electoral, puntualmente, sin fallar en las primeras declaraciones ante los medios de comunicación, los candidatos de los partidos políticos, establecen una primera promesa a los electores: la de realizar una campaña propositiva, sin enfrentamientos ni agravios personales.

Cada proceso electoral en un plazo que varía de acuerdo al carácter o mal carácter de los ungidos, conforme pasan los días se vuelve agresivo, con lecturas entre líneas y descalificaciones a diestra y siniestra.

Son muy pocos los que no ingresan al aro, y si no, hubiese que recordar en el pasado inmediato la campaña por la presidencia de la República donde la frase me dijo mariquita, me dijo chaparro y me dijo mandilón, pasaron a la historia con las tepocatas, sanguijuelas y víboras prietas.

Hasta en las mejores familias, si no hay que preguntarle a los precandidatos de Acción Nacional el Revolucionario Institucional, y el del Sol Azteca como los trapitos al sol fueron ventilados al inicio, al medio y al final de las campañas y no solo eso.

En los últimos años hemos visto desfilar en las campañas políticas toda clase de improperios, descalificaciones, golpes bajos, patadas a las espinillas y piquetes en los ojos, sin mas ring que las tribunas, con o sin periodistas enfrente.

Este proceso electoral difícilmente será la excepción, ya que por lo menos en lo que se refiere a los candidatos a gobernador, Daniel Quintero Peña ya inició sus descalificaciones al gobierno estatal y aún no propone nada, así cree que se trabaja, Quintero ocupa tener con quien pelear.

Habrá que ver si Elourduy juega el mismo papel en el que por cierto estará a doble fuego con Amador Rodríguez en el PT cuyo léxico discreto, negociador y suave lo hará un contendiente que a lo mejor no gana, pero dará sin dificultad la nota de color.

En el PRD Sánchez Scott es ahora un candidato discreto, pero habrá que observar como se comporta conforme pasan los días.

En las candidaturas por la presidencia municipal será interesante ver como se actúan los candidatos, el carácter de cada uno de estos es diferente, Hirata no juega con escándalos, Del palacio no ocupa, vive actualmente en el ojo del huracán, Catalán hasta ahora cuando ha hablado ha metido la pata, si no recuerde la justificación de CAT.

Insunza Ramos, de Alianza Ciudadana tiene una oficina muy bonita, por el PT Silvia Vidales hasta ahora se ha comportado como una dama y el candidato del PBC por no tener orígenes políticos hasta ahora nadie habla ni bien ni mal de él, sencillamente lo desconocen.

Así que con todo y las promesas de los candidatos que han arrancado formalmente sus campañas, habrá que ver quien logra plantear con seriedad, porque quiere ser, para que quiera ser, que quiere hacer y como le pretende hacer y en el camino, lograr concluir su candidatura con la menor cantidad posible de adjetivos calificativos sobre su persona y su trabajo.

Porque si usted espera que nadie descalifique al otro, deberá creerlos santos para pensar que evitarán caer en la tentación.