Ahora resulta que CAPUFE y SCT si avisaron en tiempo y forma que la carretera estaba a punto de derrumbarse y tomaron las medidas para proteger a los conductores.
Ahora resulta que todos mienten menos ellos, que el camión que se quedó atorado en la carretera con sus 40 toneladas de peso, se quedó porque quiso y no porque no se tomaron las previsiones desde Rosarito para no dejarlo pasar.
Ahora resulta que fueron ellos y no los científicos de CICESE, los ensenadenses que recorren la carretera constantemente, protección civil, municipal y del Estado los que alertaron de lo que ocurría mientras ellos hacían como que no pasaba nada.
Ahora resulta que nadie de CAPUFE ni de la SCT, recibirán siquiera una llamada de atención por no escuchar y atender las alertas históricas de los científicos, de los empresarios, los transportistas, el gobierno municipal y el Estatal porque la carretera se hundía cada vez más.
Ahora resulta que ellos estuvieron pendientes, que les interesaba la vida de los conductores y no es la mera recaudación lo que les importaba y por eso no cerraron, muchos días antes del derrumbe.
Ahora resulta que los medios de comunicación tendremos que decirle a todos que no estamos incomunicados, aunque nunca lo hayamos dicho y les deberemos mentir sobre la seguridad de una carretera como la libre que tiene más curvas de subida y de bajada que una vereda definida por un burro.
Ahora resulta que apenas van a empezar los estudios sobre una carretera que todos sabían estaba repleta de fallas geológicas, pero su administrador, o sea CAPUFE se hizo como que no sabía. Pero ahora si las reconocen y las saben contar, vamos hasta su historia nos mandaron en un comunicado.
Ahora resulta que la coordinación entre las partes involucradas merece sonidos de violines, un tra la la la la la, cuando, dos de esas partes, CAPUFE y SCT fueron omisos sobre su labor.
Ahora resulta que son salvadores y no responsables de lo que ocurrió por no prever, por no anticipar, por no hacer lo que la sociedad les reclamaba y les pagó en efectivo por tantos años.
Ahora resulta……que somos orejones y chiquitos.
Que poca madre.