Como cada año, las autoridades de Educación Pública, Profeco, Gobiernos estatales y todos los que tienen que ver con las escuelas, empiezan con la conocidísima canción titulada" Las cuotas para inscripción no son obligatorias".

La canción que es coreada de una manera por demás desafinada por las autoridades educativas, es mas falsa que la frase de Elorduy, cuando aseguraba que no andaba en campaña.

Pero es defendida con la misma ¿candidez o tontez? Por no llamarle estupidez, de las mismas autoridades que con gran ingenuidad llaman a denunciar la obligatoriedad exigida por algunas escuelas en esta inscripción.

Como cada año, las Sociedades de Padres de Familia de muchas escuelas son las que se encargan de cobrar las cuotas, pero ahora, en lugar de efectivo, se realiza de una manera mas moderna, con un depósito bancario ,donde lo que llevan los padres es solamente la ficha de depósito.

El que no la entrega simplemente no queda inscrito, a menos que se queje en la Procuraduría de los derechos humanos y haya de por medio un periodicazo.

Las cuotas están entre los 300 y los 400 pesos de inscripción para primaria, alrededor de 600 y quihúbole para secundaria y 900 y algo mas para preparatoria, aunque aclaro los últimos nunca han presumido que son gratuitos.

El problema de las cuotas no es que las cobren, sino que cada año empiecen con gran antelación ha decir que no son válidas, pero en el inter, los padres del chamaco sean inducidos por no decir presionados para que paguen dicha cuota escolar.

El problema tampoco es en los fraccionamientos o colonias donde se trata de un nivel socioeconómico medio, donde hay algo de recursos para subsanar este gasto.

Lo grave es en aquellas colonias periféricas donde los ingresos de una familia dependen de una madre soltera o de un padre que tiene tres hijos en primaria o en los tres niveles y todos se pagan al mismo tiempo.

Es entonces cuando la disyuntiva se coloca entre comer o pagar la inscripción, entre zapatos y uniforme, entre cuadernos y libros.

De hecho las cuotas no concuerdan con los salarios en muchos casos y esto genera no solo un enorme sacrificio para los que pagan en esas condiciones sino el estrés que implica esto.

Además no es solo la cuota, se suma a ello el resto de gastos que los padres de familia debemos hacer en un solo mes para pagar las cuotas y además comprar una larga lista de ropa y útiles escolares que tampoco son obligatorios que sean de la marca x o y.

Sin embargo, la realidad en esto también es una gran mentira.

Por ejemplo en algunas secundarias los maestros piden un fólder, de color

“X” con “X” perforaciones; para cada materia uno distinto y olvídate de un cuaderno o de una carpeta general.

Va mas allá, piden marcas, sugieren tiendas y hacen y piden todo lo que dice la SEP que no deben hacer, porque saben que si se les denuncia agarrarán al mocoso de encargo y entonces el que la pagará al triple es el alumno que queda totalmente indefenso ante lo que mi abuela le llamaba “tirria” del profe.

Por si fuera poco, luego le dan al chamaco, una decena de libros de todos tamaños colores y pesos que debe de cargar todos los días durante varios minutos los que tienen quien los lleve o traiga en vehículo y hasta una hora los que circulan en micro o camión.

Parece que el peso de los libros y cuadernos es inversamente proporcional a la capacidad educativa del país y de los maestros.

Entonces observamos preocupados chamacos de secundaria o primaria que no crecen y en la realidad esto obedece a que el peso que transportan en sus hombros es lo que no los deja crecer, observe con cuidado y es en verano cuando crecen los hijos no en el transcurso del año escolar.

No, no se trata de criticar por criticar, se trata de una realidad y la necesidad de buscar una solución que muy bien sería cuotas obligatorias pero en plazos, cuotas en la que los mismos padres de familia decidan lo que puedan pagar o trabajos de mantenimiento en el centro educativo, algún mecanismo debe haber.

Sin embargo por ahora lo único que hay en este regreso a clases es la misma canción de todos los años, que lleva por título: “Las cuotas para inscripción no son obligatorias”, pera pase a pagar a la caja cuatro y puede pasar a poner su queja después de pagar en la caja cuatro....

P.D. Lo del crecimiento en el verano es cura.... todo lo demás la triste realidad.