No entendía que tan grave resultará la polarización de criterios para el país tras los resultados electorales hasta este fin de semana.
Y si antes estaba preocupada, ahora estoy más.
Las personas han asumido tres posturas básicas, la defensa a ultranza de López Obrador bajo la premisa de que Fox es un “endejo” al igual que todos los panistas y están convencidas que Andrés Manuel es lo que el mismo se creé: “El Mesias mexicano”.
La otra postura es: prefiero a los panistas que aunque son medio “endejos” y bastante transas, son menos agresivos, vamos no van a dejar de ir a trabajar, ni de hacer sus cosas para seguir a Calderón, a menos que tengan hueso asegurado y ni así posiblemente.
La última es la de mediador, de alguien que harto de escuchar hablar de política prefiera cambiar el tema y evitar que salgan a relucir, si bien no las armas, si una mentada, para callar al otro.
Me preocupa.
Y me preocupa porque es una escena, que no se está dando entre gentes de un arrabal, de una vecindad o una aldea, entre personas analfabetas que no han leído, o entre muy pobres o muy ricos.
Se da entre personas que presuntamente tienen preparación académica, de licenciatura o técnica para arriba.
Personas que posiblemente no son ricas, pero que tienen resuelta su comida, la de sus hijos, la gasolina de su auto y hasta tienen para irse a tomar un trago.
Sin embargo cuando surge el tema de la política, el ambiente se carga y las partes se polarizan. El bueno es el mejor del mundo y el mas brillante. El malo es el mas malo de todo el mundo y el mas estúpido.
No estamos viendo y me incluyo, los claroscuros, los tonos grises y medios.
Son dos personas, dos grupos que están polarizando a un país, donde su interés particular ha remontado ya con creces el interés general.
Lo mas grave es que también hay quienes ya empiezan a hablar con desparpajo de armas, de revolución de defender su voto con sangre si es necesario y dicen que los grandes cambios a veces requieren medidas drásticas.
No creo que en Baja California lleguemos a eso, los Bajacalifornianos no nos peleamos por tarugadas, pero hay otros estado de la república donde estas diferencias si se podrían dirimir así, lo que sería terrible para todos.
Los mexicanos ya estamos grandecitos para poder resolver las diferencias electorales con las estructuras creadas ex profeso.
Para pelear se ocupan dos y ahorita solo hay uno, ojalá la razón gane y no nos pase que por el capricho de una parte terminemos rehenes de un conflicto interno.
Los mexicanos, no nos lo merecemos.
P.D. Por suerte Baja California está en el Norte y a 3 mil kilómetros de distancia del D.F. y de las huestes del PEJE.