Recuerdo que hace algunos años..... mas de 20 y menos de 30, los teléfonos en Ensenada eran un auténtico lujo.
Para empezar las líneas telefónicas solo daban cobertura a una pequeña zona de la ciudad y conseguir una línea era tan complicado como entender los objetivos de los manifestantes de la APPO.
Aunado a ello los teléfonos eran de disco, le dabas vuelta y se regresaba y luego marcabas otro numero que daba vuelta y se regresaba, nada de numeros digitales donde nomás le picas y ni pensar en el “redial”
(Remarcado automático).
¿Un teléfono inalámbrico? No existían, por lo cual si hablabas por teléfono te instalabas junto a la mesita de la sala, el recibidor o donde estuviera el aparato y sabías que era el teléfono el que estaba sonando porque solamente tenía un sonido –ring, ring, ring- y se acabó.
Entonces un día a un genio de esos que buscan facilitar las cosas empezó por complicarlas mas usando radiofrecuencias y entegando a la humanidad los teléfonos inhalámbricos que te permitían tomar la llamada en tu recámara, en la cocina, en el baño o en el patio.
Hasta ahí la cosa iba bien, el problema mas grande era que de vez en cuando se perdía el teléfono inhalámbrico pero como eran tamaño ladrillo, esto los hacía bastante incomodo y terminabas por encontrarlo, regularmente entre los cojines del sillón o en la cama, aunque conozco algunos que lo pusieron varias veces adentro del refrigerador.
Pero entonces otro genio desarrolló la telefonía celular y entonces si, entramos a un torbellino tecnológico en el cual, sigo sin ponerme de acuerdo conmigo misma, si es buena, si es mala, si es útil, si es complicada o que demonios es.
Vamos, cuente usted y si tiene hijos, digame, cuantos teléfonos hay en su casa, ya contó, a que hasta el gato ya tiene celular, casi salen en las bolsas de sabritas o en Corn Flakes.
Luego, hacen cada sonido, gritan, cantan, insultan, lloran, ladran o como el mío aulla.
Vienen en todos colores, rojo, naranja, rosa, plateado, blanco, gris, azul, del hombre araña, de bob esponja y si aun asi parece que es poco, los puede disfrazar porque a alguien se le ocurrió hacerles ropa.
Pero no es todo, los celulares aunque tienen una serie de virtudes, se han convertido también en un peligro son un gran distractor, especialmente para los conductores quienes hablan y conducen y no pocas ocasiones causan choques, por distraerse en algo distinto al camino.
La cosa ya estaba fea y entonces por si los celulars no nos hubieran invadido ya lo suficiente, llegaron los Nexteles, otra herramienta que al mismo tiempo que es útil, se ha convertido en el peor enemigo de la humanidad, especialmente a la hora de la comida, de dormir, de hacer el amor, de manejar y si no lo dejaste en otro sitio al ir al baño.
Suenan a toda hora y en todo lugar, en medio de una entrevista, de una conferencia de una película, de una misa y entonces el que recibió la llamada se enteró de lo que decía el teléfono, pero no de lo que decían en el lugar en que se estaba.
Vamos, los aparatos de comunicación han logrado como nunca comunicarte al exterior y dejarte de pasada una extraña sensación de exclavitud, donde los grilletes, son bonitos, coloridos, adictivos y suenan... pero no dejan de ser los grilletes de la modernidad..