Cocer los pimientos en abundante agua con sal hasta que estén blandos. Sacar, quitar el tallo y las pepitas, abrirlos por un costado y colocarlos sobre un paño para que suelten toda el agua.
Calentar 3 cucharadas de aceite, picar la cebolla muy finamente y freír hasta que esté blanda y ligeramente dorada.
Agregar la carne picada y la salsa de tomate. Salpimentar y dorar ligeramente la carne. rellenar los pimientos con esta mezcla, sujetarlos bien, rebozar con harina y huevo y freír despacio. Servir calientes.