El evento que se repitió en Santa Mónica California, Long Beach San Diego donde hay proyectos de instalación de Plantas de Gas Natural pretende anticiparse a una campaña multimillonaria que presuntamente iniciarán multinacionales como Sempra, Texaco y otras en Pro del Gas Natural.

Uno de los expositores de este Foro fue John Rumbiak un activista Indonesio reconocido internacionalmente, miembro del Instituto de Estudios sobre Gestión de Derechos Humanos en Papúa Nueva Guinea y la Universidad de Columbia, (N.Y.)

Rumbiak fue uno de los principales opositores al proyecto para la regasificadora de gas natural (LNG) Tangguh un proyecto en construcción situado en la región de la Bahía de Berau-Bintuni de Teluk en Papua del oeste, programado para iniciar operaciones en el 2008.

De acuerdo a Rumbiak la operación de estas grandes transnacionales tiene tres peligros potenciales para países como el nuestro.

El principal peligro, el impacto negativo en personas dentro de los abusos a los derechos humanos, en el segundo el daño a los ecosistemas dentro del contexto de los daños ambientales y en tercero la destrucción de la cultura, el sistema y forma de vida de un pueblo.

El poder que representan las transnacionales y las firmas de las regasificadoras es enorme sobre las otras corporaciones y en especial sobre la política, es de mucha influencia y como multinacionales negocian.

Llevan como presentación ante los gobiernos la imagen de una empresa fuerte y no solo eso, son apoyadas por los países más ricos de las Naciones Unidas, por el Banco Mundial.

Usan una jerarquía económica con la cual llegan y hacen lo que quieren porque tienen el apoyo del Banco Mundial y de otros organismos internacionales.

De acuerdo al activista, al instalarse este tipo de empresas, las familias y habitantes de las zonas adyacentes, quedan desprotegidas de su forma de vida.

Son desposeídos de las actividades primarias como pesca, trabajo en tierra y luego ya no tienen nada, porque son invadidos por las transnacionales.

Otro impacto es sobre las mujeres se pierden como fuerza laboral es desplazada, ya que se necesita gente que este capacitada para intervenir en esos proyectos y ellas no pueden participar de un empleo en estos sitios, pues no tienen capacidad para trabajar en esos lugares.

En este contexto los mismos gobiernos que han permitido entrada a las compañías multinacionales son las que deben reconocer los derechos mínimos de los habitantes de sus naciones, sus derechos humanos.

Al firmarse y ratificarse convenios de derechos humanos y comprometerse a participar los gobiernos deben dar información a sus pueblos de lo que sucede y las implicaciones que tiene instalar una transnacional, con ello se le da el poder a la gente para que participe realmente en la actividad y opine.

Es un derecho a poder participar, en no permitir una infraestructura que no será positiva, debe haber una voz y que se respete el derecho a participar; involucrarse con peso, no solo en libros sino reconocer el derecho y ejercerlo.

Sin embargo en este tipo de asuntos los gobiernos alrededor del mundo no han ratificado convenios de derechos humanos de la gente.

Por su parte indicó que hay alrededor de las Plantas regasificadoras una estrategia de las mismas transnacionales que han provocado una necesidad ficticia de gas natural.

Aseguró que hay ya un juicio del Estado de California contra Sempra, porque la crisis de energía que tuvieron dos veranos atrás fue fabricada y se detectó este hecho.

En Estados Unidos había reservas suficiente de energía pero se presumió lo contrario y ahora hay juicios en contra de Sempra por esta mentira, porque han manejado un costo de la electricidad diciendo que hay escasez cuando es falso.