La semana pasada le planteamos: Para el carnaval de este año ¿considera usted que se ha hecho suficiente promoción? Nueve de cada diez perciben que no… gracias a todos por participar.
Se trata del primer gran evento en el calendario después de la apertura de la carretera escénica… imposible pensar en una mejor oportunidad para presentar a la región toda la oferta de servicios turísticos con que cuenta la ciudad.
El problema es que aquellos actores que deberían estar realmente interesados en que se desarrolle una gran campaña que active la economía local, están demasiado entretenidos en todo lo demás.
Por parte del Estado no hay mucho que decir, el esfuerzo de la Secretaría de Turismo está en lograr el control del dinero que se reúne con el impuesto especial sobre hospedaje: sacar las manos impropias de esa bolsa de recursos que, según ellos, gozarán de mejor destino si se reparten desde Mexicali.
Los hoteleros están en medio de dos desastres tratando de adivinar cual es el menos peor: que el Gobierno del Estado se lleve los recursos o que estos sigan siendo la caja chica del muy entrecomillado exitoso empresario Jean-Loup Bitterlin.
Y el Ayuntamiento… bueno, seamos honestos, ¿alguien sabe que hace el Ayuntamiento? Se le podría preguntar al alcalde pero “nunca tiene el dato’ y los regidores están muy entretenidos con el arranque de las campañas federales.
El hecho es que la verbena y el desfile van a funcionar como siempre, gracias al entusiasmo de los asistentes y a pesar de las ineptitudes del gobierno. La oportunidad quedará en espera de que algún día estén al mando verdaderos líderes con capacidad de acción.