En nuestro último sondeo le planteamos: La CESPE dice que no es responsable de la contaminación en las playas. ¿Usted les cree? Siete de cada 10 dicen que no. Gracias a todos por participar. ¿Cómo podría ser distinto?... ¿quién puede creer en la CESPE?
Si, esa CESPE tan panista, tan ruffista, tan kikoveguista, tan caja "chica pa la campaña", auténtico sarcasmo pintado de azul de lo que significa bien común.
La CESPE tan ética, tan mocha, tan religiosa, tanto que se debe rezar cada día para que al abrir la llave las cosas funcionan al menos como las cobran.
La CESPE tan alcohólica, tan burócrata, tan mal de muchos, tan consuelo de tontos.
No cabe duda, todos hablamos de la misma CESPE.
La CESPE que rescata políticos en desgracia y abandona las zanjas donde dice que repara lo que sigue sin funcionar.
Es la CESPE de las historias de la mano peluda: dicen que si al abrir la llave escuchas sonidos de ultratumba debes decir en voz alta CESPE, CESPE, CESPE: un espectro con traje de rayas se aparecerá para decirte que hace más de veinte años las cosas fallaban igual y que lo mejor es dejar la casa, o el estado, o el país.
La CESPE tan ciega, tan sorda, tan muda, tan falta de tacto y de olfato, porque son los únicos que no se dan cuenta que sus cárcamos son un asco.
La CESPE que pagamos todos y disfrutan pocos.
La CESPE llena de funcionarios que al leer esto primero se van a reír, luego me van a mentar la madre, luego en privado sentirán algo de culpa pero como la Rana René, recordarán su sueldo y se les va a pasar.
La CESPE... la misma CESPE.