Para el 45 por ciento de los participantes la mejor opción es la Ruiz y bueno, mucho de esto tiene que ver con años de tradición a los que se puso fin, particularmente por las quejas recurrentes de los comerciantes ubicados en esta calle. Por cierto, quejas sumamente válidas pues lo que para todos era fiesta, para ellos era una semana de ventas mínimas y vandalismo en sus fachadas.

La playa municipal captó la preferencia del 13 por ciento de los participantes y aunque en teoría debería ser el mejor espacio para eventos públicos, la verdad es que lo que se ha hecho ahí ha pasado sin pena ni gloria. En fechas del carnaval debe sumarse el asunto del clima, lo que resta en lugar de sumar.

Solo el 7 por ciento seleccionó como opción el bulevar Costero y no es extraño... asistas o no a la zona de festejos, se trata de una vía importante en una ciudad donde cualquier carril cerrado genera problemas de tráfico.

El 35 por ciento de los participantes indicaron que no les gusta el carnaval. Para ellos la mejor opción es donde menos interfiera con sus actividades.

No importa la decisión que se tome en palacio municipal, donde la mayoría coincide es en el hecho de que se espera una fiesta sin daños a terceros, sin víctimas que lamentar y sin pérdidas económicas para la ciudad. Es probable que sea mucho pedir y al menos en este renglón ningún alcalde ha dado el ancho.