Independientemente de los argumentos que esgrimen todos los partidos políticos en la búsqueda del voto, el común denominador es que todas las frases expresadas por voceros y candidatos, se sacan de contexto para enfatizar una verdad que resulta totalmente sesgada.

Las opiniones de Taibo que han causado mayor polémica tienen que ver con Alfonso Romo y con el tema de las expropiaciones; en ambos casos los voceros han salido a matizar el discurso con el argumento de que se trata de la opinión de un personaje y no del mensaje general de la campaña.

Es evidente, entonces, que desde el punto de vista de la campaña política, algunas expresiones deben permanecer donde no hagan ruido bajo la premisa de que es más importante ganar la elección que soltar toda la sopa.

El mismo Paco Ignacio Taibo II ha repetido en múltiples ocasiones que el movimiento político (Morena en este caso) es una visión de país que no debe sujetarse a las vicisitudes de la contienda electoral; se gana porque la gente apoya un proyecto que incluye muchos elementos de corte social y económico, con todo y los antecedentes históricos y los referentes políticos actuales.

El escenario que plantea el escritor incluye factores como minoría en el congreso (por parte de Morena), al empresariado como una fuerza fáctica y la movilización social como única posibilidad de apoyo a un presidente que debe tomar decisiones en sentido del proyecto político vía el edicto presidencial, traducido en un ejemplo como expropiación.

De todo el análisis sólo una palabra, una, es la que generó todo el revuelo y que seguramente se convertirá en el centro del siguiente debate entre candidatos: unos recordando lo sucedido en Venezuela y AMLO, tratando de bajarle dos rayitas al tema.

En el fondo lo que es importante observar es que aparece como solución a los problemas un recurso que pasa por encima del poder legislativo y de los organismos de la sociedad civil.