El presupuesto total de egresos autorizado para el presente año para los distintos ramos administrativos es de 976,832.7 millones de pesos de los cuales aproximadamente el 27% corresponde a la Educación. Sin embargo de esos 260,277.2 millones de pesos que son invertidos en Educación Publica por el Gobierno Federal, ni un solo centavo es invertido en las escuelas náuticas mercantes.

Y es que para efectos estrictamente administrativos, tanto para la Secretaría de Hacienda y Crédito Publico como para la Secretaría de Educación Publica, la educación náutica en México no se considera como universitaria, ni impacta en las políticas publicas que tienden a diversificar y ampliar la oferta educativa que requiere la población mexicana, por lo que queda bajo la responsabilidad de la Secretaria de Comunicaciones y Transportes la asignación de los recursos que se le destinan al fideicomiso que administra las tres escuelas náuticas en México.

De esta manera tenemos que las escuelas náuticas en México permanentemente han tenido que sobrevivir compitiendo por una fracción del presupuesto que anualmente se le asigna al ramo admirativo 09, en la que se encuentran sectorizadas por corresponder a Comunicaciones y Transportes, en donde se tiene autorizado para el presente año un monto de 86,243.9 millones de pesos, lo que equivale a 8.8% del PEF destinado para ramos administrativos en el 2013, para la implementación de actividades tan diversas y estratégicas de ese sector, que el tema de la educación náutica frecuentemente debe competir en atención y por supuesto también por recursos, con temas impulsados poderosamente por los intereses de la industria de las telecomunicaciones, de la telefonía, de las carreteras, de las líneas aéreas y hasta de los servicios postales y la mensajería, entre muchos otros.

De forma innovadora, pero en ocasiones controvertida, la educación náutica en México ha mantenido precariamente su navegación con el auxilio de un par de flotadores económicos que le fueron lanzados desde la SCT, a principios del presente siglo, cuando se le delegó a ese fideicomiso publico la responsabilidad de cobrar por los servicios que le brinda al medio marítimo portuario dentro del marco del Código internacional de Protección a Buques e Instalaciones Portuarias y de la verificación de contratos de servicios con Pemex Exploración y Producción.

El pasado mes de abril el Colegio de Marinos de Tamaulipas A. C. presentó en el puerto de Tampico ante miembros de las Comisiones Unidas de Marina y de Transportes de la Cámara de Diputados, la propuesta de transformar el actual fideicomiso a cargo de la SCT en la Universidad Marítima de México, buscando contribuir con el incremento y variedad de la oferta educativa y estar en condiciones de recibir una mejor fracción de los recursos públicos que el estado destina para la educación en México.

Esa propuesta llamo la atención de la Coordinación General de Puertos y Marina Mercante, por lo que fue el tema de una de las mesas de trabajo dentro del Foro de Consulta Ciudadana de la SCT para la elaboración del Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018, dentro de la cual de manera general se concluyó que a corto plazo se debería fortalecer el fideicomiso que administra la educación náutica, a mediano plazo ampliar y diversificar la oferta educativa y a largo plazo buscar su transformación en una Universidad.

A la luz de lo anteriormente expuesto considero que ese plan funcionaria mucho mejor si el objetivo de largo plazo se convirtiera en el objetivo de corto plazo, es decir transformando en muy corto plazo el fideicomiso en una Universidad para que a mediano y largo plazo la educación náutica se fortalezca con recursos del ramo 11 (Educación Publica) y pueda brindar en cantidad y variedad la oferta educativa que el sistema marítimo portuario mexicano requiere, pues aun deseando estar equivocado no me suena razonable esperar resultados distintos haciendo lo mismo.

Parafraseando a Carlos Monsivais, les invito a reflexiona a este respecto: “el futuro (de la educación náutica) no es lo que va a pasar, sino lo que vamos a hacer”, abrazos afectuosos.

Francisco de Jesús Riveros García

Capitan de Altura & Licenciado en Derecho