Un Viaje a Baja California Editorial Litorales

Marco Antonio Peyrot González página 5, 1968.

Cabrillo fue el primero que lo aviso. Aventajo a sus antecesores en sus exploraciones hacia el norte, llegando a la bahía de San Francisco.

Al N N W de cedros a 220 millas encontró un pequeño archipiélago llamado islas coronados formados por cuatro islas de las cuales la primera y la última merecen el nombre de islas y las intermedias el de farallones o islotes.

Desde lejos parecen completamente áridas; pero al acercarse se percibe el suelo cubierto de pequeñas hierbas que sobreviven al contacto de la niebla. Solo durante la época de lluvias reverdecen y florean.

Las islas siempre ha estado abandonadas pero durante la época de 1920 se cuenta que el grupo formado por Al Capone, y un estadounidense Fred Hamilton con permiso de gobierno o sin él, invirtió una buena cantidad de dólares en construir un hotel de madera sostenido en los riscos de la playa apoyado en un hueco del acantilado, que seguramente tuvo que perforar con dinamita.

Cuando se inauguró el hotel que se encuentra al SE de una pequeña caleta llamada puerto cuevas; debió atraer una gran cantidad de turistas de San Diego ávidos de disfrutar de la abundancia de diversiones que esta isla mexicana les ofrecía, como cercano refugio contra la ley seca.

Sin duda que los turistas se lanzaban alegremente al asalto de la larga barra situada en el tercer piso, en donde también había baile y otras diversiones. Quien deseaba podía pasar el fin de semana en uno de los 30 cuartos con que contaba el casino.

Al terminar la ley seca el casino perdió su razón de ser disminuyo paulatinamente su importancia hasta que finalmente el hotel fue abandonado.

En 1929 el ejército ocupo la isla con una partida al mando de un oficial. El aprovisionamiento lo realizaban los buques guarda faros y los soldados se instalaron en este hotel presumiblemente de AL Capone,

En 1931 el departamento de obras marítimas de la Dirección de Marina Mercante de la Secretaria de comunicaciones y Obras Publicas construyo dos señales luminosas y casas para los soldados y guarda faros. En 1952 la partida del ejército fue relevada por elementos de la armada y heredo todas las construcciones.