Olivier De Schutter*, investigador especializado de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) sobre el derecho a la alimentación, explica que la alimentación es un derecho humano y todos los que participan en la oferta mundial alimentaria tienen la responsabilidad de facilitar poder ejercer el derecho, exhorta a los gobiernos a incluir políticas alimentarias en los sistemas jurídicos; esta recomendación se realiza coincidiendo con el lanzamiento del informe en el que se muestra una evaluación del progreso del derecho a la alimentación en la última década.
El investigador en su exposición durante la Asamblea General de la ONU realizada el pasado 25 de octubre, insistió en la necesidad de que la alimentación sea un derecho legal, planteando varias preguntas a los asistentes, ¿cuál es el estado del derecho a la alimentación?, ¿se hace lo necesario para que la alimentación sea un derecho legal?, ¿la industria alimentaria y los operadores relacionados contribuyen al ejercicio de este derecho?
El tratamiento de los alimentos como un derecho humano aporta coherencia y rendición de cuentas, esto ayuda a cerrar brechas facilitando la seguridad alimentaria a la población en la toma de decisiones de los políticos que tienen el control del sistema alimentario. Para el investigador, se han realizado importantes avances en el reconocimiento del derecho a la alimentación en la última década, algo necesario para garantizar el éxito de las estrategias en materia de seguridad alimentaria.
Sin embargo, aclara que a menudo, se trabaja bajo la idea errónea de que el derecho a la alimentación no es como otros derechos, libertad de expresión, políticos, derecho a una vivienda digna, a recibir protección social, etc. Este derecho debe ser obligatorio y legitimado en los tribunales para que pueda dar sus frutos.
Olivier De Schutter ya ha sido protagonista de otras propuestas, en el año 2011 recomendaba utilizar la eco-agricultura como la opción más acertada, saludable y respetuosa con el medio ambiente, además de rentable. Tras examinar varias publicaciones científicas, su conclusión era que este modelo de alimentación podría garantizar el abastecimiento alimentario mundial en las siguientes décadas, concluía que este modo de desarrollo agrícola se conecta a la perfección con el derecho a la alimentación de los países en vías de desarrollo, en esta ocasión volvió a la carga para mostrarnos cuál ha sido la evolución de este derecho durante los últimos 10 años.