Ante la noticia, personas de las diferentes comunidades LGBT de ese país y otros lugares del mundo, han protestado para hacer ver a su gobierno el desacuerdo con el que viven esta decisión.

Las declaraciones de los manifestantes corren en el sentido de ser ciudadanos que viven, trabajan y pagan impuestos, y que por tanto tienen derecho a mantener relaciones consensuadas con las personas que aman sin que esto sea un delito, incluso dentro de su propia casa.

El gobierno de dicho país ha enunciado que se está discutiendo una reconsideración, pero no se ha llegado a un acuerdo que derogue una ley, a vista de muchas personas, obsoleta.

Es importante que alrededor del mundo las personas abramos los ojos ante la imposición de leyes que nos dicen cómo y con quién hemos de demostrar nuestro afecto e incluso las maneras de hacerlo. Esto pone de manifiesto como otras personas deciden cómo debemos vivir e imposibilitan opciones de vida para quienes viven fuera del marco de lo que es acostumbrado, pero no por eso “contra-natura”.

En muchos textos y conversaciones, podemos encontrar la creencia de que la relación entre personas del mismo sexo es contraria a lo que la naturaleza dicta. Tomemos entonces la misma lógica para recordar otras cosas que son señaladas en la expresión sexual, como por ejemplo el sexo oral o anal, la masturbación, el uso de anticonceptivos, etc. Para algunas personas o instituciones, todas estas cosas son prohibidas por la misma razón: no tienen como fin la reproducción.

La sexualidad manifiesta fuera de este objetivo es comúnmente vista como una amenaza, cuando esto no necesariamente es de ese modo. Pensemos entonces en que tomar de la mano a nuestras parejas está lejos de ser un acto reproductivo, y sin embargo, la mayoría de nosotros lo pasamos desapercibido como una sana manifestación de nuestra sexualidad, hasta que nos sucede.

Tengamos en cuenta lo que conocemos sobre la homosexualidad y su vigencia, ya que podemos creer mucho e informarnos poco al respecto. En especial si en nuestra familia, círculo de amigos o amigas, trabajo o la propia persona existe esta característica que no tiene por qué ser el único factor que le defina, pero tampoco uno que se omita o que se trate de ocultar en una doble vida para guardar tradiciones o apariencias.

Si desea saber más sobre el tema, existe un libro titulado “Mamá, papá, soy gay”, escrito por la Sexóloga Rinna Riesenfeld. Está estructurado como una guía sencilla para padres de familia, pero con tópicos de interés para todas las personas que se encuentran en la situación de descubrimiento de su propia homosexualidad o de la de un ser querido.