Durante la semana pasada se ha extendido la noticia de que Facebook propuso un cambio en las opciones de identidad sexual para las personas que lo usan. Estas anteriormente se limitaban a “hombre” y “mujer” y en la actualidad existen 50 opciones distintas en la versión en inglés de los Estados Unidos.
Este avance en la estructura de presentación de quienes tienen un perfil de dicha red social es un ejemplo de muchas acciones que pueden ser llevadas a cabo para hacer visibles tanto a las minorías como los detalles de la propia identidad sexual que se deseen compartir.
A partir de este pequeño detalle, según lo especificado en las noticias publicadas al respecto, las personas pueden preguntarse más sobre su propia identidad, independientemente de cómo la viven. Desde mi punto de vista, esto es una invitación a la profundización de nuestra educación en sexualidad y al cuestionamiento sobre las dicotomías con las que habitualmente nos movemos, y que en sexualidad son obsoletas. Algunas son: bueno y malo; sano y enfermo; entre otras.
Una de estas dicotomías es precisamente “hombre y mujer”, que nos ha llevado a separar y estereotipar los géneros de manera que las manifestaciones “intermedias” o “indefinidas” quedan fuera del mapa, y pueden hacer sentir así a sus manifestantes por falta de esta visibilidad.
Repasando un poco la lista de opciones, puedo decir que aunque la terminología está un poco cambiada, imagino que por fines prácticos, los significados son legítimos y basados en condiciones de salud y/o vida que podemos ver entre nosotros. Estas incluyen, entre otras, variantes de:
Transexual: Persona para la que su identidad de género y sexo no coinciden.
Intersexual: Persona que tiene sexo biológico ambiguo.
Agénero: Persona que no se identifica con ninguno de los dos géneros.
Bigénero: Persona que se identifica con ambos géneros y alterna identidades (no es síndrome de personalidad múltiple).
Pareciera que 50 opciones son demasiadas al hablar de identidad sexual. Sin embargo, la humanidad es tan diversa que podríamos diferenciar características hasta el infinito. Desde luego, esto lleva ventajas y desventajas dependiendo de lo que se desee lograr. Por lo mismo hay un movimiento mundial que promueve que todas las personas que se salen de lo esperado, sean llamadas simplemente “queer”.
Desde luego, hay una brecha importante por cruzar, pues de existir la opción “intersexual” a escogerla, hay una distancia interpuesta por las diferentes culturas. Sin embargo, es un pequeño avance para desmitificar la existencia de todas estas condiciones y, paradójicamente, para que el hecho de tenerlas no sea detrimento para la propia identidad.