Se construyeron cómodos y grandes hoteles para disfrutar las bondades de nuestras hermosa y cálidas playas. Por el tiempo, la falta de mantenimiento, incendios, destrucciones premeditadas para ocupar los predios poco a poco fueron destruidos.

La grandeza, los precios baratos, la comodidad, el servicio, la atención personalizada hacia que los cuartos de estos hoteles estuvieran ocupados por turistas ávidos de disfrutar su ocio en las magníficas playas de Ensenada.

Todo esto, la industria, turismo actividades comerciales se acabaron de una manera abrupta debido a la invasión filibustera que se adueñó de todo el Distrito Norte.

Gracias al patriotismo de los Baja Californianos y a costa de muchas preciosas vidas, lograron derrotar a los intrusos en fieros combates.

Malos gobernantes que solamente venían a saciar su sed de lucro, sin importarles el porvenir de estas hermosas y privilegiadas tierras, siempre pensando que no formaba parte de la patria fuero aniquilando la ilusión de sus habitantes por prosperar.

Aislamiento del centro del País por falta de comunicación y de interés, abandono de las autoridades superiores que hacían caso omiso de los negocios administrativos, sobreprotegían sobre todo la participación de los grandes monopolios de la tierra y de las riquezas pesqueras que estaban en poder de extranjeros, sin que los nacionales se beneficiaran en lo más mínimo viviendo una vida de abandono y de pobreza; pero afortunadamente poco apoco esos monopolios se fueron cancelando por acuerdo de Don Venustiano Carranza primer Jefe del Ejército Constitucionalista, teniendo como jefe político del Distrito Norte al Coronel Cantú.

Necesitamos la ayuda de Ustedes. Envíenos sus comentarios, anécdotas de personajes, negocios, de las actividades sociales, recuerdos, para rescatar la memoria histórica de Ensenada, y retomar la identidad propia de nuestro Centro, escríbenos a: centro.historico.ensenada@gmail.com Y juntos haremos posible este noble proyecto.