Como toda idea innovadora el diseño básico surgió de atender una necesidad específica, en este caso, el inicio fue porque Yoganshi decidió realizar una prenda con una almohada incorporada, de tal manera que su esposo, Hiral, dejara de adquirirlas en los aeropuertos cada vez que se olvidaba la suya.

En los seis meses siguientes a la idea original, la chamarra acumuló quince funciones adicionales a las que cuenta una pieza que se pueda adquirir en cualquier tienda de ropa.

La almohada inflable, que dio inicio a todo, se encuentra instalada en un bolsillo oculto en la región del cuello, de tal forma que pueda ser inflada rápidamente por medio de un accesorio que también permanece escondido en el receptáculo.

La capucha tiene incorporada una pieza de tela que puede ser empleada como antifaz para descansar de las luces cuando es necesario.

Al final de las mangas, específicamente en los puños, también están escondidos guantes para protección contra el frío. Estos sólo cubren la mano de manera parcial, lo que cumple con un doble propósito, pues permite movilidad en los dedos y además no antepone un obstáculo relacionado al tamaño de las manos. En caso de que se requiera algo más que los guantes, en una bolsa se encuentra una pequeña cobija de microfibra.

Los audífonos y el celular tienen bolsillos especiales, cercanos y con orificios que permiten que el cable pueda pasar de un lugar a otro. También hay una pestaña en la zona de la solapa para que el cable no se enrede.

En la zona del abdomen cuenta con un espacio donde puede guardarse una tableta de hasta diez pulgadas.

Además cuenta con lugares específicos para guardar lentes, colocar bebidas (una lata) y el pasaporte.

El diseño ya se encuentra listo en cuatro estilos distintos y la producción de su primera emisión se financia por medio del sistema Kickstarter.