No hay duda en que el fracaso tecnológico más estrepitoso de la última década fue el protagonizado por la firma canadiense Blackberry, que perdió el liderazgo al mantenerse aislada con su sistema operativo, en un momento en que Android se posicionaba como la estrella en cuestiones de tecnología móvil. Todavía no se reponen.

Apple en cambio, aunque con evidentes problemas, no solo ha sobrevivido en esa isla donde todo debe tener una manzana, sino que por el momento mantiene un estatus de liderazgo en un mercado cada vez más competido. Parece ser que es la única marca a la que el mundo le permite la incompatibilidad.

Con su primera versión de reloj inteligente Samsung intentó lo mismo: empezar a marcar territorio y crear un mundo blindado donde el consumidor quedara sujeto a una línea de productos de la misma marca. Evidentemente los resultados no fueron los esperados.

Aunque el Gear S2 cuenta con un diseño completamente distinto al anterior, con una pantalla esférica y posibilidad de hacer llamadas de forma autónoma por medio de una conexión 3G, lo más sobresaliente fue la incorporación de Android como sistema operativo dado que implica un cambio radical en la estrategia del gigante asiático.