Ni la Comisión Estatal de Servicios Públicos de Ensenada (CESPE) termina por explicarlo, ni sus usuarios terminan por entenderlo.
En un año que ha sido harto complicado para los ensenadenses debido a un irregular abasto de agua, la empresa responsable de otorgar el servicio no solo ha sido deficiente en su actuar, sino que además ha sido oscura en el manejo de sus finanzas.
Y es que a la fecha no se sabe de cuanto ha sido la caída en sus ingresos en lo que va de 2015 y en comparación con el periodo próximo pasado, ante un escenario que evidencia un menor consumo de agua de parte de sus clientes.
A menor consumo de agua, entonces menores los ingresos. Esa sería una consecuencia lógica que, cuando menos en la Cespe, no parece encajar. Si, para nada parece haber afectado en las finanzas de la descentralizada estatal el que los ensenadenses hayan consumido menos volúmenes de agua en lo que va de este año.
Y es que resulta una aberración argumentar que pese al desabasto de agua el consumo no solo se ha mantenido, sino que en algunos casos se ha incrementado. Quién puede creer eso?
Cuando menos no resulta creíble para miles de clientes que han recurrido al abasto externo de agua que brindan empresas privadas para solventar sus necesidades básicas.
Cuando menos no resulta creíble para miles de usuarios que han padecido durante semanas de un abasto irregular de agua, de promesas de solución no concretadas, de pronunciamientos simplistas en un terreno poco fértil para el aplauso.
¿De cuánto ha sido la caída en el consumo de agua que registra la Cespe y de cuánto es la caída en sus ingresos por concepto de consumo del liquido?
Son interrogantes que no encuentran respuesta en la lluvia de argumentos y justificaciones con que la empresa ha salido al paso, para maquillar la falta de capacidad para otorgar un servicio de calidad a los ensenadenses.
Y hablando de dudas, de esas dudas que atosigan y alimentan la desconfianza, miles de usuarios de la Cespe se preguntan del porqué los importes por consumo de agua que aparecen en sus recibos no reflejan el desabasto enfrentado a lo largo de este año.
A menor consumo, entonces menor el importe a pagar, sería otra consecuencia lógica que no encaja en una empresa convertida hoy en una madeja de dudas y sospechas.
De muchas dudas y demasiadas sospechas.
Revelaciones últimas
Tiendas de conveniencia que operan en distintos rumbos de la ciudad comercializan el agua que reciben de la Cespe. La revenden, pues. Y lo peor, bajo el conocimiento y complacencia de la misma empresa descentralizada del gobierno estatal