Aunque la cantidad de factores a revisar en el futuro inmediato es bastante alta, el tema de la vigilancia a las comunicaciones vía web seguramente ocupará un lugar importante en la lista.

¿Podría entenderse lo sucedido en Francia sin la red? Definitivamente no.

Los hechos obligan a pensar en lo inmediato: el operativo para sincronizar ataques y poner en jaque a toda la fuerza pública parisina. Sin embargo estas manifestaciones tienen raíces más profundas y son el resultado del desplazamiento de personas, trafico de armas, financiamiento y una potente capacidad de imponer las ideas centrales de la organización. Una serie de pequeñas acciones susceptibles de ser monitoreadas.

En México todavía esta fresco el debate de la conocida (y ampliamente repudiada) Ley Fayad, que buscaba incrementar la capacidad de vigilancia de las autoridades y habilitar el que las empresas de telecomunicaciones entreguen información de los usuarios, por ejemplo su geolocalización. Esta ley proponía incluso meter a la cárcel a quienes difunideran memes sin la autorización de los personajes involucrados.

Hasta el jueves, la perspectiva de que el Estado debía mantenerse alejado del uso que dan los ciudadanos al Internet sólo tenía una arista político electoral, sin embargo, el reclamo mundial para que lo sucedido en Paris no se repita en otros espacios, seguramente tendrá repercusiones en la agenda legislativa no solo de México, sino de todo el mundo.

Con los lamentables decesos de Francia, absurdos como los propuestos por Omar Fayad se colocarán de nuevo sobre la mesa, esta vez, con un cambio radical por parte de la opinión pública pero no por simpatía, sino por miedo.