A la par de muchos cambios culturales de nuestro tiempo, el internet ha venido evolucionando y ganando presencia en nuestras vidas, y con ello las redes sociales y las apps para teléfono inteligente que sirven para todo, incluyendo conocer personas con las cuales entablar un contacto sexual casual en unos pocos minutos. Estas opciones han cambiado la dinámica de búsqueda de actividad sexual y ha puesto en la mesa otras implicaciones y posibles riesgos tanto en salud sexual como de seguridad.

Una de las primeras características es que las apps se unen a las soluciones de la necesidad de gratificación inmediata y sin esperas propias de nuestro tiempo, haciendo posible mostrar el rostro o la parte del cuerpo que se desee, gustos en cuanto a comportamiento sexual, lugar de preferencia y hasta se pueden filtrar por cercanía para esperar lo menos posible y agilizar la situación.

El fenómeno que ha venido ganando terreno entre las prácticas sexuales usuales de las personas ha sido estudiado y ha dado resultados diferentes donde, por ejemplo, existen aquellos en los que se registra un aumento de la autoestima y la satisfacción sexual entre los participantes, y otros en donde hay niveles más elevados de ansiedad y depresión. Dado que no se han estudiado las características sociales y psicológicas de las personas que buscan actividad sexual casual por medio de apps, podemos hacer algunas suposiciones basadas en experiencia pero no hay nada concluyente.

Por lo pronto, la búsqueda de encuentros sexuales por medio de apps tiene algunas características que se pueden interpretar como ventajas: las personas que han dado su testimonio mencionan que anteriormente había que ir a bares y puntos de reunión, hacer todo un ritual de coqueteo y arriesgarse a ser rechazados, lo que hoy con las apps se vuelve mucho más fácil y rápido porque quien ofrece y acepta un encuentro es porque está dispuesto a tenerlo.

Según investigaciones no hay una diferencia de auto-percepción de la práctica que se pueda relacionar con el género o la orientación sexo-genérica, si bien para los hombres se reporta mayor incidencia que para las mujeres, teniendo ellas mayor cuidado de no ser descubiertas por los estigmas que aun implica la búsqueda de encuentros sexuales para su género. Además, los hombres suelen excitarse más ante el riesgo de tener relaciones sin protección mientras las mujeres tienden a inhibirse por temor a un embarazo o a una ITS.

En un estudio en España se encontró que entre menos estable y más esporádica es la relación, el uso de preservativo es mayor, aunque se habla de un 15% de personas que no lo usan nunca.

En la encuesta Singles America 2017 llevada a cabo por Match.com, se encontró que el 49% de participantes tendrían un encuentro sexual para saber si existe una conexión y comenzar a partir de esto una relación más estable, 29% de hombres y 15% de mujeres opinan que las relaciones

de una noche brindan el mejor sexo mientras el 19% de ambos géneros opinan que es el peor sexo en cuanto a satisfacción sexual.

En un estudio llevado a cabo entre estudiantes de la UNAM se rebeló que 11% de ellas y 19.3% de ellos consideraron que “está bien” el sexo casual y el 34% de las mujeres y 26.5% de los hombres dijeron que “no está bien ni mal”.

Entre otras cosas, algunos participantes hicieron observaciones respecto a las cosas prácticas y de seguridad que implica tener un encuentro sexual con alguien que está cerca y abre las preguntas sobre si es buena idea relacionarse con alguien que vive o trabaja cerca, pudiendo encontrarle después en la calle o en lugares de concurrencia común, y si es seguro que una persona desconocida fuera a su casa y supiera qué objetos de valor hay o las horas que está o no en casa.

A pesar de los riesgos, las personas que buscan tener encuentros casuales por medio de apps, lo hacen por diferentes motivaciones que incluyen el aparente menor peso actual de los estereotipos de género, el pensamiento liberal, el estilo de vida hedonista, la inmediatez de la cultura actual y sobre todo el deseo y la excitación sexual que puede llevar a tomar decisiones de forma irracional e impulsiva con todo lo que conlleva.