Entre tonalidades de amarillo y naranja, por las múltiples decoraciones con flores de cempaxúchitl en las tumbas, miles de personas acudieron a los panteones este 2 de noviembre para conmemorar a sus muertos.
Es un día de conmemoración y de contrastes ya que mientras algunas tumbas lucen limpias, coloridas y abarrotadas por flores y ofrendas, otras se encuentran desoladas e incluso abandonadas.
En la zona urbana de Ensenada existen cuatro panteones municipales y dos particulares San Ramón y Jardín Modelo, son estos últimos dos los que más visitantes reciben a lo largo de este día de muertos, por parte de los familiares de quienes se adelantaron en el camino.
En un recorrido realizado por Ensenada Net por tres diferentes panteones de la ciudad en los que se incluye los panteones municipales 2 y 3, así como el Jardín Modelo, se logró observar que el sitio más frecuentado era este último, el cual se encontraba lleno de visitantes que llevaban flores a sus familiares.
Durante la caminata entre las tumbas se apreció, sobre todo en el panteón municipal número dos, muchos espacios vacíos, lapidas destruidas y otras tantas sin el nombre del ocupante, un trabajador del lugar, que lleva toda su vida en la labor de sepulturero, manifestó que con el paso del tiempo la gente deja de visitar a sus muertos.
Aseguró que en el panteón municipal cuatro, aún se puede apreciar grandes cantidades de visitantes dentro o fuera de las fechas celebres, esto se lo atribuye a que se trata de personas que fallecieron recientemente, por lo que sus familiares asisten con mayor frecuencia para recordarlos.
Al momento de que visitantes limpiaban las tumbas, decoraban con flores y amenizaban con música a través de bocinas, el sepulturero prepara una nueva tumba para enterrar al que sería su nuevo ocupante. Este difunto dijo, será enterrado en el mismo lugar que otro familiar.
En el recorrido fue notable como familias enteras comparten la misma tumba, desde padres sepultados junto con sus hijos hasta generaciones que van de los abuelos a los nietos algo que se hace evidente con la lectura de los epitafios y datos grabados en los sepulcros.
Asimismo se pueden observar en algunos de los camposantos lápidas lujosas talladas en mármol, mientras que otras son solamente un bulto de tierra con una cruz rota y un moño negro, otras ni eso.
A diferencia de los panteones municipales que lucían más vacíos que de costumbre, el Jardín Modelo aglomeraba a grandes cantidades de personas que tenían que hacer fila para ingresar a pie o en su vehículo. La calle Coral fue cerrada con el fin de limitar el acceso solo a los visitantes del panteón, una acción que se repite desde hace más de una década ya que en la calle por unos días se instalan puestos donde además de flores hay alimentos, calaveras de dulce y pan de muerto entre otros productos.
Este día entre las tumbas hay formas distintas de conmemorar para cada familia, pues mientras algunos rostros denotaban seriedad y angustia, en otras tumbas había festejo y algarabía al recordar a quienes ya no están.