Ensenada Net recopiló a través de entrevistas la opinión de docentes, personal administrativo y alumnos de diferentes planteles educativos en los tres niveles académicos, educación básica, media superior y superior, por lo que existe una concordancia sobre los retos que se deben de afrontar para solidificar una nueva normalidad educativa.

Araceli Bernal Calderón, docente de UABC Valle Dorado, declaró para este medio que en pláticas con sus alumnos han coincidido que uno de los retos fundamentales es retomar la costumbre de trasladarse desde sus hogares hasta el salón de clases en donde el transporte público juega un papel importante.

Desde una opinión personal, Bernal Calderón considera que el servicio que ofrecen las empresas concesionadas en Ensenada para prestar el servicio de movilidad pública es deficiente, lo era antes de la pandemia y ahora con el regreso a las actividades académicas se mantiene en las mismas condiciones.

A esto se suman los conductores que no respetan los cruces peatonales que frecuentemente son utilizados por los alumnos de las diferentes instituciones y que tienen que cuidarse de no ser atropellados, agregó.

Por otro lado, en el ámbito académico señaló que ha sido todo un reto tener que dar una clase con el cubrebocas puesto, pero en la parte positiva esto ha generado que todos los alumnos de su clase se miren a los ojos y presten mayor atención a las opiniones de los compañeros.

“Curiosamente a pesar de que mi clase es las 7:00 horas no ha faltado ninguno de los 19 integrantes del grupo y al pasar la lista de asistencia me ha sorprendido como al decir el nombre de un alumno otro responde a tu eres Pedro” añadió.

Por otra parte, Carolina Pérez, personal administrativo en control escolar de CBTiS 41, detalló que el ánimo estudiantil elevado comparado con la modalidad a distancia, hasta el momento la institución recibe al 90 por ciento de su matrícula.

Es el caso de Fernanda, alumna de esta preparatoria quién aseguró que es más fácil aprender dentro del aula que en la sala de su casa, esta declaración la realizó después de haber cursado su primer semestre en línea, mientras que el pasado 28 de febrero ingresó por primera vez al salón de clases y conoció en persona a sus campaneros y maestros.

“Hubo un tiempo en que los estudiantes batallaron mucho para acoplarse a las clases en línea sobre todo por las necesidades materiales que esto implica. Después se cansaron de ver pantallas, de no conocerse, de no interactuar más allá de un aparato tecnológico, de pensar que así sería el resto de su educación, de la sensación de no estoy aprendiendo nada”, puntualizó Araceli Bernal.

Ya que como resaltó el aprendizaje se da por el contacto y la convivencia con los demás compañeros del grupo, la observación de los otros, así como compartir ideas y conocimientos que ayudan al crecimiento académico.

Por último, una madre de familia reiteró que no importa lo largo que pueda ser una fila o la insistencia en los protocolos sanitarios su hijo que cursa quinto de primaria se encuentra contento de poder compartir las clases y el recreo con sus amigos.