Con una cosecha estimada en alrededor de 20.1 millones de plantas, procedentes de los siete principales estados productores de Nochebuena, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural anunció que para las festividades de fin de año 2023 está garantizado el abasto de esta flor, emblema de cultura, tradición e historia mexicana.
La dependencia federal detalló que el valor de producción 2022 fue de 902 millones 742 mil 690 pesos y se prevé una cantidad similar al cierre del presente año, lo que reflejará un crecimiento sostenido en beneficio de los productores de pequeña escala de flores.
Señaló que para tener disponibilidad, los productores de esta especie, también llamada “Flor de Navidad”, “Estrella de Navidad”, “Santa Catalina”, “Flor de Pascua” o “Flor de Fuego”, prepararon sus tierras desde mayo para la siembra de los esquejes (tallos), toda vez que el cultivo demora alrededor de seis meses.
El trabajo realizado en estos meses es suficiente para ofrecer a los consumidores una flor que adorne y vista de rojo las celebraciones de Navidad y Año Nuevo, expuso.
De acuerdo con datos del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP), organismo estadístico del sector primario, en 2022 Morelos fue el principal productor de Nochebuena con siete millones 073 mil 647 plantas.
Le siguieron Michoacán, con cinco millones 360 mil 600 plantas; Ciudad de México, tres millones 250 mil 127 plantas; Puebla, dos millones 927 mil 666 plantas; Jalisco, un millón 797 mil 484 plantas; Estado de México, un millón 120 mil 255 plantas, y Oaxaca, con 21 mil 358 plantas.
A nivel local, los municipios y la alcaldía líderes en producción fueron Zitácuaro (Michoacán), con cinco millones 360 mil 600 plantas; Cuernavaca (Morelos), millones 597 mil 200 plantas; Xochimilco (Ciudad de México), dos millones 354 mil 727 plantas; Atlixco (Puebla), dos millones 125 mil 290 plantas, Yautepec (Morelos), un millón 440 mil plantas y Tlajomulco de Zúñiga (Jalisco), un millón 438 mil 125 plantas.
México es centro de origen de esta planta, que en náhuatl es cuetlaxochitl y significa “flor que se marchita”.
De acuerdo con especialistas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), las referencias más antiguas de la Nochebuena se encuentran en códices recopilados por fray Bernardino de Sahagún en su obra “Historia general de las cosas de la Nueva España”.
En la época prehispánica se usaban en las ceremonias y eran otorgados como trofeo y, además, eran cultivadas en los jardines de los gobernantes. Posteriormente, en la Colonia, la Nochebuena se asoció con celebraciones religiosas.